Federico Soñez, un dirigente de la antigua guardia volche de los 70, apareció esta semana terciando en una discusión en la que participaron unos pocos dirigentes en el país. Determinar si el flamante ministro de Economía del kirchnerismo, Axel Kicillof, abreva en el pensamiento económico del marxismo. Fuera de
la importancia que puede cobrar una disputa de esa naturaleza, el aporte vale más por la aparición pues, como él mismo manifiesta, «ninguno de los que intentamos aportar al desarrollo de la teoría del capital diferenciado, tiene nada que ver con el marxismo que dominó el siglo XX y, por tanto, ni piensa la economía ni actuará como si fuese ese tipo de marxista, sencillamente porque no lo es».
«Kicillof sabe que hay muchas doctrinas económicas pero sólo hay tres teorías generales y la tercera recién está dando los primeros pasos. Cada teoría formula una pregunta que no puede eludir ni responder sobre la estructura y dinámica del sistema económico», agregó Soñez. Según su óptica, Kicillof «aplicó un simulador en la provincia en el primer semestre del 2008, para determinar la tasa de ganancia de los productores de soja del departamento Uruguay. El resultado confirmó lo que esperábamos, una ganancia apetecible para cualquiera». Sin dudas, pese a la puntualidad de la cita, parece que nuestra zona se ha prestado para algunos experimentos de escasa repercusión pública.
Radicales con amnistía renga
El congreso partidario que sesionó ayer en Rosario del Tala, decidió, aunque con escasa presencia de opositores, llamar a los radicales fugados, fundamentalmente hacia el oficialismo urrikirchnerista, a nivel nacional, provincial y local. Fueron 197 miembros la que aprobó la amnistía para los afiliados expulsados. La propuesta, es una moción debatida en los últimos años, fue reimpulsada por el Movimiento Yrigoyenista Entrerriano y consiguió el aval de una amplia mayoría del cónclave, el primero después de la derrota de octubre. Se fijó también un plazo de 60 días para que los expulsados interesados vayan a ratificar su condición de afiliados a la sede partidaria. El encuentro, además, abordó como tema importante el de la apuesta a la conformación de un frente electoral de cara al 2015 y en línea con lo que sucede a nivel nacional y en Buenos Aires, con la experiencia de UNEN.
Pero un acuerdo entre dirigentes de la oposición interna logró vaciar de referentes al congreso. Sólo asistieron cuatro opositores. El resto no quiso avalar la posibilidad de que Benedetti, con mayoría de congresales, obtenga una declaración contemplativa con el resultado electoral. Esa fue la razón por la que prácticamente no se habló del resultado de las elecciones, pues faltó el grueso de la dirigencia radical opositora que en las últimas semanas se encuentra abocada al armado de alternativas a la conducción partidaria de la corriente Illia, liderada por el diputado nacional Atilio Benedetti. Entre los opositores sólo asistieron al congreso cuatro dirigentes del Movimiento Yrigoyenista Entrerriano: Jorge Lacoste, Hugo Lesca, Miguel Rettore y Guillermo Vázquez.
No estuvieron dirigentes del Movimiento de Recuperación y Cambio, constituido recientemente por un grupo de ocho intendentes, a instancia del jefe comunal de Maciá, Ricardo Troncoso; y tampoco viajó a Tala la dirigencia que se ha venido reuniendo con el propósito de conformar otra línea: Fabián Rogel, Sergio Varisco, Marcelo López, Luis Kirpach, Arturo Vera, Damián Canderle, Armando Patat, Jorge Landra, entre otros. Tampoco se vio en Tala a Alberto Rotman (Concordia) o Ricardo Labarba (Victoria). Los faltazos no fueron una casualidad. Durante la semana hubo conversaciones entre los distintos grupos para coordinar su ausencia, bajo el argumento que no podían avalar un congreso convocado para relativizar el peso de la derrota electoral que significó para la UCR caer al lugar de tercera fuerza electoral y, por primera vez desde 1983, quedar sin representación en el Senado de la Nación.