El operativo fue realizado ayer e involucró también a domicilios particulares de sus socios. Está vinculado a la causa judicial que existe contra el ex gobernador, su hijo y el actual secretario de la Cámara de Senadores.
Los fiscales Patricia Yedro y Santiago Brugo ordenaron, a primera hora de este lunes, ocho allanamientos a familiares directos del ex gobernador Sergio Urribarri, como parte de la investigación por los delitos de corrupción, según informó el medio paranaense Análisis Digital, tras la presentación de los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet.
Uno de los allanamientos se hizo en la imprenta de Aguilera, ubicada en calle Racedo, frente al Centro Cultural Juanele. La esposa de Aguilera -como ya lo revelara ANALISIS hace unos años- figura como socia de la empresa Tep SRL, ubicada en el inmenso galpón de Racedo 415 de Paraná, que también entre 2011 y 2015 cobró cerca de 20 millones de pesos del Estado entrerriano, por la realización de cartelería de la más variada.
De hecho, se conformó para hacer pura y exclusivamente negocios con el Estado. Por eso fue que hicieron una inversión millonaria en dólares, a poco de asumir Urribarri su primer mandato, trayendo una maquinaria de última generación, que no hay en la región y que llegó desde el exterior, para ser instalada en un inmenso galpón de más de 30 metros.
Quienes revisaron su facturación casi no encontraron boletas para empresas privadas, por ejemplo. Solamente organismos provinciales y algunos municipios entrerrianos o de la vecina provincia de Santa Fe. El «socio» de la empresa es el diseñador gráfico Emiliano Oscar Giacopuzzi, otro amigo de Aguilera.
Lo saliente del caso es que ni Sena -con la primera sociedad- ni Giacopuzzi son gente con algún capital o bien inmueble. Todo el dinero salió del Estado para armar las empresas que lucraron con el gobierno entrerriano. O sea: Aguilera, con sus aliados en las reparticiones del Estado, siempre hizo esos negocios de los dos lados del mostrador, imponiendo su poder y los números más convenientes.