El Presidente dijo que una ley de Educación Ambiental serviría para poner en la cabeza de cada niño y adolescente «por qué tiene sentido esta disputa», al presentar un plan de políticas junto al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié.
El presidente Alberto Fernández aseguró ayer que «la pandemia nos demostró lo nocivos que fuimos los seres humanos» con el medio ambiente, destacó la necesidad de avanzar en la elaboración de una Ley de Educación Ambiental y propuso también instaurar el «juramento al medio ambiente» por parte de alumnos y alumnas, con el fin de concientizar sobre esta problemática y promover el compromiso.
En un acto desde la Residencia de Olivos, Alberto Fernández presentó este mediodía el Plan de Políticas Ambientales, donde exhortó a ser «firmes» en el cuidado del medioambiente «porque ningún negocio puede ser más importante que preservar el lugar donde vivimos».
En ese sentido, sostuvo que, de hacer lo contrario, «estaríamos privilegiando la rentabilidad de unos pocos en perjuicio de inmensas mayorías».
Acompañado por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, Fernández anunció como parte del paquete de medidas, el Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto, el proyecto de Ley de Educación Ambiental -en conjunto con el Ministerio de Educación-, la implementación del Plan Casa Común y el traspaso del Programa Nacional de Prevención de Incendios y Manejo del Fuego al ministerio de Ambiente.
En su mensaje, el Jefe de Estado aseguró que producto de las cuarentenas impuestas, a nivel global, por la pandemia de coronavirus «mejoró la pureza del agua y del aire y salieron a las calles animales que estaban ocultos por temor a cruzarse con nosotros».
«Los primeros depredadores del medio ambiente somos los seres humanos y, si somos seres inteligentes y eso nos diferencia de los animales, no podemos seguir repitiendo esta historia», agregó en la presentación.
El mandatario apuntó que, en caso de no atender la temática ambiental, «vamos a terminar de consumir nuestra casa común en perjuicio de los que nos sucedan, y no tenemos ningún derecho a hacer semejante cosa».
A renglón seguido, planteó la necesidad de «un cambio de cultura» para «amigarnos con la naturaleza» y sostuvo que «son los jóvenes los que tienen que ponerse al frente del cuidado del medio ambiente porque eso nos va a permitir tener un mejor mundo».
El Presidente insistió con la idea de generar un nuevo paradigma que permita un desarrollo sostenible en términos medioambientales, aunque alertó que «a veces las corporaciones se vuelvan más poderosas que los países y las decisiones de la gente».