El presidente Alberto Fernández respaldó ayer a la provincia de Chaco que, junto con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el departamento rionegrino de General Roca y el aglomerado urbano de Neuquén, inician hoy una fase de mayores restricciones a la circulación, al tiempo que le pidió «un poco más de esfuerzo» a los chaqueños para sostener el aislamiento social y frenar los contagios.
«Hay que atender todos los casos porque todos reclaman atención; cada uno con su peculiaridad. Lo que no podemos es descuidar» el avance de la pandemia, señaló Fernández, tras escuchar el informe de situación del gobernador Jorge Capitanich, con quien hoy mantuvo una videoconferencia.
Chaco registra 1.961 contagios de Covid-19 y 96 fallecidos, lo que coloca a la provincia en el mismo nivel de alerta que el AMBA y una zona de Río Negro y otra de Neuquén, frente al resto del país (85 por ciento) que no registra casos y transita desde el 7 de junio la etapa de distanciamiento social en vez de aislamiento obligatorio.
Por ese motivo, a diferencia del 85 por ciento del país que de a poco va retomando actividades, estas áreas comenzarán mañana a implementar medidas aún más restrictivas que las tomadas en las últimas etapas de la cuarentena, sobre todo en los medios de transporte que sólo podrán ser utilizados por trabajadores esenciales con sus permisos.