Los estudios arrojaron que tiene una inflamación en su frágil tobillo derecho. No juega al fútbol desde abril de 2014.
El verano olvidable de River agrandó un poco más la ilusión del hincha de volver a verlo a Pablo Aimar con la banda. Sin embargo, su físico ajado vuelve a jugarle una mala pasada: tiene un edema en el tobillo.
Tras meses de recuperación y vueltas frustradas, Aimar optó por darse una chance y comenzó a entrenar con el plantel de River Plate. La recuperación marchaba de forma correcta hasta que el estudio arrojó un edema en el tobillo derecho, donde había sufrido una lesión .
El sobrehueso en el tobillo, que lo tiene fuera de las canchas desde hace un año, le causó nuevamente dolores al exvolante de Valencia y su regreso al club de Núñez es una incógnita cada vez más grande. Casi tanto como las ganas de los hinchas para que retorne al Monumental.
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