Con 65 años, Steven Tyler realizó un show impecable.
Agarra la botella y la pone en sus partes. Un chorro de agua va apuntando a la multitud aunque no llegue. Una boca gigante que amenaza la pantalla. Los pañuelos, los colores. Los gritos agudos inigualables que salen de su garganta, poderosa, avasallante.
Este hombre de 65 años, puede si lo desea, rockear hasta morir, hasta que su cuerpo le diga basta. Actitud le sobra. Steven Tyler vocifera sobre el escenario ante miles de personas emocionadas.
Draw the Line, Love in An Elevator y Toys in the Attic fueron los primeros temas que sacudieron a los presentes para seguir con una noche llena de hard rock como solo ellos saben hacerlo.
Se vuelca sobre el escenario, corre por la pasarela. Agita el micrófono como una extensión de su cuerpo. Steven Tyler, Joe Perry, Brad Whitford, Joey Kramer y David Hull (quien reemplaza momentáneamente a Hamilton, bajista del grupo, en este tramo de la gira), se unieron a los escenarios del Personal Fest para compartir sus canciones legendarias y no tanto para la multitud que se había acercado.Un lugar repleto de gente los aguardaba en el marco de la presentación de su nuevo álbum “Music From Another Dimension”.
Llegaría el momento de presentar a Brad Whitford quien se destaca con otro de los clásicos infaltables en la lista, “Last Child”.
“Olé olé olé olé, Perry, Perry”, gritan cientos de personas emocionadas cuando el músico, de rojo y frente del escenario, saluda al público para rockear con “Combination”. Tyler, siempre gracioso y participativo con el público, emula el cántico clásico argentino. Perry hace lo suyo mientras una pantalla detrás muestra algunos de los momentos del músico en Buenos Aires. Un poco de tango y una remera de nuestro país con el “Messi” impreso se verían en la pantalla gigante.
Entre los temas más aclamados se encontraron Crying, Dude Looks Like a Lady, What It Takes y I Don’t Wanna Miss a Thing que hizo estallar a varios en lágrimas.
Otro momento destacado fue con el ya viejo pero nunca sobrante “No More”, tema en el cual Steven decide acercarse a su público y liga unos cuantos besos de sus seguidoras y con el poderoso Walk This Way.
Para el final de la noche dejarían Dream On,– otro de los momentos inolvidables, ya que Steven se sentó al piano para hacer lo suyo y Perry, arriba del mismo y con la remera de nuestro país hizo los acordes memorables de este otro clásico de la banda-, y Sweet Emotion, también celebrado y coreado por el público, a pesar de la notable ausencia de Tom Hamilton en el bajo.
Un Tyler distendido hasta el último momento, se fue cantando el tema de cierre, haciendo muecas a las cámaras, tirando besos a su público. Los músicos con el “buenas noches” siempre a mano, se mostraron agradecidos con sus seguidores por haberse acercado a esta fecha y, ahora, resta esperar a que los chicos malos de Boston sorprendan porque no, con una quinta visita a nuestro país.