El primer vuelo de Aerolíneas Argentinas procedente de Shanghái, República Popular China, con 14 toneladas de insumos críticos sanitarios requeridos por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, llegó ayer a las 7,45 al aeropuerto Internacional de Ezeiza, en una operación sin precedentes en la historia de la línea de bandera.
Se trató del primero de un total de ocho vuelos programados a China, uno de los cuales despegó ayer, mientras los restantes están programados para los días 20, 23 y 28 de abril, y 4, 6 y 8 de mayo, informó Aerolíneas.
Luego de más de 60 horas transcurridas desde que el vuelo despegó, el miércoles a las 18,30, la aeronave Airbus 330-200 especialmente acondicionada para el transporte de cargas, tocó pista y sus tripulantes pudieron poner nuevamente los pies en la tierra, ya que no se bajaron del avión durante todo el recorrido.
Se trató de una travesía inédita, sobre todo con un avión de estas características, que no es el ideal para un viaje de esta naturaleza, lo que llevó a realizar un análisis específico de las rutas aéreas para volar previendo una alternativa de aterrizaje a una distancia máxima de 180 minutos, recorriendo más de 41 mil kilómetros y cubriendo 27 horas de vuelo netas a la ida y 23 al regreso.
La carga de 14 toneladas fue ubicada en la bodega del avión y sobre los asientos de la clase Turista, donde fue asegurada mediante mallas contenedoras que permitieron ampliar la capacidad de la aeronave en hasta un 84 por ciento extra.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el presidente de la compañía, Pablo Ceriani, fueron los encargados de darles la bienvenida y de agradecerles «el enorme esfuerzo realizado».
El gobernador detalló que el avión trajo «un millón de barbijos quirúrgicos, 150 mil barbijos KN95, 120 mil antiparras para trabajo médico; así que estamos cuidando a nuestros profesionales». Admitió que «se corrieron riesgos» ya que «no era seguro que todo fuera a salir bien porque involucra a una cadena de hechos operativos y económicos y con que un solo engranaje de esta cadena no funcione, todo el operativo hubiese fracasado».
Kiciloff elogió a la línea de bandera y a sus trabajadores por «el enorme esfuerzo realizado» y destacó la «disponibilidad de todo el equipo de Aerolíneas, de su presidente, con quién me tocó trabajar en su momento, y la entrega absoluta y sin condicionamientos para concretar este gran objetivo».
La tripulación estuvo compuesta por cuatro comandantes, Pablo Biró, Eduardo Jorge Ravera, Juan Pablo Mazzieri y Fernando Carrea; ocho copilotos, Miguel Ángel Dimoulas, Víctor Antonio Saavedra, Eduardo García, Guillermo Masnata, Nicholas Daich, Guillermo Granara, Víctor Javier Mantello y José María Aguer; tres técnicos aeronáuticos, Gabriel Castelnuovo, Oscar Giordani y Mariano Torres; un inspector, José Ackerl, y una despachante de aeronaves, Analia Fronti.
Todos los integrantes del equipo que viajó a Shanghái debieron permanecer a bordo de la aeronave, tanto en la escala de poco más de una hora realizada en Auckland, Nueva Zelanda, para reaprovisionamiento, como en el transcurso de la estiba en el aeropuerto chino, que demandó poco más de 5 horas, para de esa manera respetar las condiciones de aislamiento y evitar así la cuarentena al retornar a la Argentina.