“Hola, policía, abusé de mi hija y me pongo a disposición de la Justicia”, expresó- Finalmente, terminó admitiendo que también había abusado de su otra hija. Las víctimas tienen 14 y 16 años. Acordó 8 años y 6 meses de prisión.
JEL, de 39 años, y oriundo de La Paz, admitió en la Justicia de esa localidad que abusó sexualmente de dos de sus hijas, una de 16 y otra de 14 años. Lo hizo en el marco de un juicio abreviado en el que aceptó cumplir 8 años y 6 meses de prisión efectiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná.
La sentencia fue emitida el 6 de abril por el juez de Garantías de La Paz, Walter Carballo, quien homologó el acuerdo alcanzado entre la fiscal auxiliar interina María Constanza Bessa; el representante del Ministerio Pupilar, Fernando Báez; y Martín Millán, defensor oficial del acusado.
La historia llegó a los Tribunales paceños a fines de 2020, en plena pandemia. Según se desprende de la sentencia, el 24 de noviembre de ese año el hombre llamó a la policía alrededor de las 16,40 y se autodenunció: “Hola, policía, abusé de mi hija y me pongo a disposición de la Justicia”, dijo, según la reconstrucción del relato de los policías que escucharon su confesión.
Dos uniformados de la Comisaría Primera de La Paz lo detuvieron deambulando en el predio del Club Hípico. En la investigación penal preparatoria, informaron que, al llegar al lugar, el hombre les dijo que había abusado sexualmente de su hija menor de edad, y que pedía dialogar con alguna autoridad judicial.
Mientras el hombre se entregaba, su hija de 16, acompañada de su madre, se presentaba en la Fiscalía paceña para radicar la denuncia. Allí, antes de ingresar a entrevistarse con la fiscal, su hermana de 14 reveló que su padre también la había abusado.
El hecho que admitió JEL fue que el 24 de noviembre de 2020, aproximadamente a las 14, “aprovechándose de estar a solas con su hija X” la violó cuando se habían acostado a dormir una siesta.
La adolescente relató que había concurrido al hogar de su padre para hacer la limpieza porque éste le había prometido pagarle por la tarea. Al acostarse a dormir una siesta, su padre avanzó sobre ella, que logró escapar en medio de una crisis de llanto. En la calle encontró a un vecino que la ayudó. Luego contactó a su novio y a su madre, con quienes concurrió a Tribunales. Allí su madre se enteraría que su hija de 14 también había sufrido abusos por parte de JEL.
“Mi hija me contó esto aquí, en la sala de espera de la Fiscalía, hace instantes. Me dijo que no me contó antes por no hacerme mal, porque él es su padre. Creo que esto puede haber pasado hace tres meses más o menos, porque fue la última vez que ella fue sola a la casa del padre. No volvió a ir sola, sino acompañada por sus hermanos. Yo estoy separada de L. desde hace ocho años”, dijo la mujer a la fiscal, según se desprende del fallo.
Ese segundo hecho también fue admitido por JEL. En la condena se consignó que reconoció que en 2020 -en una fecha no determinada judicialmente- “abusó sexualmente de su hija X de 14 años de edad; aprovechando momentos en que estuvo solo con la niña, a su exclusivo cuidado”.
Dos años después de aquellos hechos, las denunciantes prestaron su conformidad para que la historia se resuelva mediante un juicio abreviado. Por ello, JEL fue condenado por abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo; y abuso sexual sin acceso carnal agravado por el vínculo y la guarda. Se le aplicó la pena de 8 años y 6 meses de cárcel, publica el sitio Entre Ríos Ahora.
En su sentencia, el magistrado consideró como elementos atenuantes “que el imputado acepte y reconozca su culpabilidad por los hechos atribuidos, la ausencia de otros antecedentes penales computables, conforme se desprende del informe del Registro Nacional de Reincidencia; así como de la actitud posterior al hecho, ya que el mismo se entrega voluntariamente a la autoridad policial”.
En tanto, consideró como agravantes, “la naturaleza y el modo de comisión de los hechos, que se enarbolan como expresión de violencia contra la mujer, subordinando a las víctimas y colocándolas en el lugar del objeto, a quienes colocó en una especial situación de vulnerabilidad, cabiendo mencionar, se enarbolan como expresión de violencia contra sus propias hijas”.