Sociedad 13/04/14

SANTORAL

San Martín I, papa y mártir Nació en Todi (Umbria, Italia). Era diácono cuando el papa Teodoro I lo envió como nuncio a Constantinopla. En julio del año 649, a la muerte de Teodoro fue elegido para sucederlo en el pontificado. En octubre del año 650, reunió un concilio en Letrán que formuló la doctrina de las dos voluntades de Cristo y anatematizó la herejía monotelita. También censuró dos edictos imperiales y exhortó a los obispos de Africa, España e Inglaterra a acabar con el monotelitismo. El emperador Constante II, favorable a la herejía, lo hizo detener y conducir a Constantinopla y pese a que estaba muy enfermo lo sometió a maltratos. En Constantinopla estuvo prisionero tres meses. El Senado lo acusó de traición y lo condenó a cárcel. Tras ser maltratado y envilecido en público, San Martín pasó otros tres meses en prisión y en abril del año 654 fue desterrado a Crimea donde murió el año 656. Fue el último papa mártir.

 

San Hermenegildo, mártir Hermenegildo y su hermano, Recaredo, eran hijos de Leovigildo, rey de los visigodos en España. Fue educado en la herejía arriana. Hermenegildo se casó con Ingunda, ferviente católica, hija de Sigberto, rey de los francos. El ejemplo y las oraciones de su mujer, y la predicación de San Leandro, convirtieron a Hermenegildo a la fe católica. Al saberlo, su padre se enfureció y lo encarceló. En Pascua le envió a un obispo arriano, prometiéndole que lo perdonaría si aceptaba la comunión de manos del prelado hereje. Al saber que Hermenegildo se negó ordenó matarlo. Era el año 586. Antes de su muerte Hermenegildo pidió a su hermano Recaredo que se convirtiera y que cuando fuera rey condujera a la nación a la fe católica. Así fue como España se hizo católica y lo es hasta hoy.