En la jornada de ayer continuaba, sin resultados, la búsqueda en aguas del Riacho Itapé del cuerpo de Ramón Amaya, de 52 años, donde habría desaparecido en la tarde del sábado. Mientras la Prefectura realizaba las tareas de rastrillaje, la policía allanó una propiedad ubicada en la isla
frente al Balneario Itapé, donde secuestró armas de fuego, que tendrían relación con la causa.
La investigación que derivó en el allanamiento se inició luego de que declararan tres hombres y una mujer, que fueron los últimos que vieron a Amaya. Si bien hasta el momento la hipótesis más fuerte sigue siendo que el hombre se ahogó luego de que se hundiera su embarcación, las contradicciones y falta de certezas en las declaraciones obligaron a «que diéramos intervención al Área de Investigaciones para iniciar las averiguaciones del caso», informó a La Prensa Federal, el subjefe de la Departamental de Policía, Carlos Fabián Pérez.
Armas en la isla
Según informaron ayer desde la Jefatura Departamental de Policía, «alrededor de las 16:45, personal dependiente de la División Investigaciones, por orden de la Justicia realizó un allanamiento en una finca ubicada en la zona de la isla, frente al Balneario Itapé». «Luego de notificar al morador, se encontraron armas de fuego tales como tres escopetas: una calibres 16, una calibre 14 doble caño y la restante calibre 28; Una carabina calibre 22, como así también 32 cartuchos calibre 22 y 21, cartuchos calibre 16, todos sin percutar», agregaron. Por último hicieron saber que «al no poseer la debida documentación, se procedió al formal secuestro de lo antes mencionado; con autorización del Juzgado interviniente».
Las horas previas
«Amaya se encontraba en un campamento en la isla ubicada frente al Balneario Itapé. Junto a él se hallaban tres compañeros y una mujer que llegó a la isla más tarde», indicó Pérez. En el campamento se habría consumido abundante alcohol, lo que luego complicó las tareas de la policía para obtener las declaraciones «ya que había cosas que no recordaban bien». Hasta el momento se sabe que, alrededor de las 16, Amaya habría realizado varias recorridas por inmediaciones de la Boca del Chancho, al sur de Santa Cándida, a bordo de la embarcación tipo canoa con motor. Luego de eso no volvieron a verlo. Ya en horas de la noche, a las 20 sus compañeros realizaron la denuncia. Efectivos de Prefectura lograron encontrar la embarcación durante la mañana del domingo. La misma se encontraba en la zona del Balneario Itapé, hundida. A la embarcación le faltaba el motor y aún es un enigma si se desprendió al hundirse o fue robado. En cuanto a la búsqueda del cuerpo, hasta las últimas horas de ayer no había novedades por lo que se suspendió la búsqueda hasta la mañana de este miércoles.