Santa Catalina de Suecia. Fue la cuarta de los ocho hijos de Santa Brígida. A ella le cupo la misión de hacer aprobar por el Papa la regla de la comunidad religiosa fundada por su madre y erigir canónicamente el monasterio. Viajó a través del mundo cristiano (París, Roma, Jerusalén) con su madre y murió poco después de volver a su país, en 1381. Fue escritora, como su madre, y de ella quedó un libro intitulado «Consolación del alma».