San Juan Nepomuceno, mártir. Nació en Bohemia a mediados del siglo XIV. Fue Vicario general del arzobispado de Praga y confesor de la reina Juana. En 1393 fue encarcelado y después de someterlo a torturas fue arrojado al río Moldava por orden del rey Wenceslao IV, por negarse, a pesar de halagos, promesas y amenazas, a revelar al rey los secretos de la confesión de la reina, su esposa. Es llamado «mártir de la confesión».
San Martín de Dumio, obispo
Desde Hungría, su patria, peregrina a Palestina, a Roma y a Tours. En esta última, visita el sepulcro de su compatriota San Martín. Allí encuentra a un enviado de Teodomiro, rey de los suevos, de Galicia, que buscaba cómo curar al hijo de su soberano. Martín se dirige a Galicia en la España visigótica y logra curar al hijo del rey. En el año 560 consigue también la conversión al catolicismo de Teodomiro y todo el reino de los suevos.