En la mañana de ayer, domingo 10 de julio, se rindió homenaje al General Francisco Ramírez al cumplirse el 195° aniversario de su muerte. El acto se celebró frente al busto que lo recuerda en calle Supremo Entrerriano y Galarza y fue presidido por el intendente José Eduardo Lauritto, el presidente del Concejo Deliberante, Martín Oliva, y demás autoridades de la comuna.
Luego de colocar ofrendas florales, una en nombre del pueblo y gobierno de Concepción del Uruguay y otra en nombre del Instituto Ramiriano, se escucharon palabras alusivas a la fecha, a cargo de Griselda Gastiasoro, en representación de la institución que lo recuerda.
Un ser pasional
“Los uruguayenses tenemos la particularidad de sentir la historia de forma muy pasional. De esa manera en que se construyen las leyendas. Por eso no voy a hablar de Ramírez y su administración progresista, de su enseñanza primaria obligatoria; de su primera imprenta en Entre Ríos; no voy a hablar de su República de Entre Ríos y del Tratado del Pilar. Eso está en todos los libros de historia. Yo voy a hablar de su muerte, porque en Río Seco, algo lo hizo volver cuando ya estaba a salvo.
Algunos dicen que fue a rescatar a su amada, Delfina, cautiva de los soldados de López. Otros dicen que volvió para ajusticiar al traidor que había tirado por tierra el sueño de la república. Cualquiera de las dos opciones nos muestran una respuesta pasional: volvió por amor. Por amor a su Delfina, o por amor a su patria. Recordemos hoy entonces a un héroe legendario, de los tantos que tenemos en nuestra tierra que han marcado nuestro pasado, marcan nuestro presente y marcarán el futuro de nuestros jóvenes”, señaló en su discurso Mona Gastiasoro.