Primero hubo un choque entre Orion y Ledesma. Después, con Bianchi a su lado, el diez rozó el papelón: “El plantel no hablará más si los periodistas no aportan pruebas”.
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Juan Román Riquelme negó ayer en un comunicado ante la prensa la existencia de una interna dentro del plantel de Boca y en un rol de capitán y vocero advirtió que, si los periodistas no presentan mensajes de texto en calidad de pruebas, a partir de mañana se mantendrán en silencio hasta que termine el torneo.
El volante brindó una conferencia en Casa Amarilla para exigirle a los periodistas pruebas de los mensajes que salieron del seno del grupo ventilando problemas internos.
“Vamos a atender personalmente a los periodistas que dicen haber recibido mensajes de los jugadores. A ellos les decimos que se presenten con las pruebas que tienen, y que los vamos a recibir encantados. Si de acá al domingo no aparece nadie, tomaremos la decisión de no hablar hasta que termine el campeonato”, advirtió Riquelme, el único que tomó la palabra.
Había circulado la versión de que Riquelme iba a hablar en la conferencia acompañado por todo el plantel, pero el único que estuvo a su lado fue Carlos Bianchi, quien se mantuvo hermético durante la breve alocución del capitán.
El ídolo boquense agregó que “hay cosas que no se hacen”, y que “llegó el momento de hablar cara a cara”.
“Ayer hubo una conferencia de prensa y se dijeron mal muchas cosas. El fin de semana perdimos contra Vélez y el lunes ya estaban diciendo que Gigliotti se había cagado a palos con el Cata Díaz. Después leí que yo me había peleado con el entrenador, que es como mi papá; lo digo sin vergüenza delante de todos ustedes”, agregó Riquelme, sin aceptar que los periodistas le hicieran preguntas.
El enlace comentó que el plantel iba a comer un asado en el club para luego concentrarse de cara al encuentro con Racing, que se jugará mañana en Avellanedaa las 21.30.
“Nosotros hicimos la pretemporada con muchas ganas, tratamos siempre de dar lo mejor en cada partido, queremos disfrutar, pero hay gente que quiere confundir a nuestros hinchas. Que vengan al hotel, los vamos a recibir encantados”, insistió.
Historia cercana. Pablo Ledesma había pedido el jueves que se revelara el “alcahuete” que había filtrado información, y dejó expuesto a Agustín Orion, quien estaba en Bucarest. “Digan el nombre de quién dio datos del equipo. Para hablar y publicar estas cosas en la prensa hay que tener pruebas certificadas y dar nombres”, sostuvo. “Porque si no lo hacen hay dos opciones: que lo que dice la prensa es mentira o que tenemos un alcahuete adentro del vestuario”. Y sugirió que ese “alcahuete” era el arquero.
Tras la polémica, el plantel se reunió ayer antes de la práctica. Hubo fuertes reproches de Orion y hasta golpes de puño con Ledesma, según testigos. Después llegó el papelón de Riquelme y Bianchi exigiéndoles fuentes a los periodistas.