Sociedad 26/02/14

SANTORAL

San Alejandro, obispo Siendo obispo de Alejandría, fue famoso por haberse opuesto a la herejía de Arrio, un sacerdote alejandrino que empezó a propagar sus doctrinas durante el gobierno de San Alejandro. El santo obispo, luego de llamarlo y amonestarlo con gran caridad y paciencia, condenó a Arrio y lo excomulgó. Luego, en el año 325, asistió al Concilio de Nicea donde los padres conciliares condenaron unánimemente al arrianismo como doctrina herética, porque negaba la divinidad de Jesucristo. Después de este triunfo de la fe, San Alejandro retornó a su sede episcopal, donde murió tres años después, en el 328.

 

San Porfirio, obispo
Originario de Tesalónica, a los 25 años se dirigió a Egipto, donde hizo vida de anacoreta en el desierto de Esqueta. Cinco años después se radicó en Jerusalén donde continuó su vida dedicado a Dios. Como era de familia pudiente, hizo vender todas sus propiedades de Tesalónica y el producto lo distribuyó entre los pobres de Jerusalén. En el año 393 el obispo de Jerusalén lo ordenó sacerdote y le encargó la custodia de la reliquia de la Cruz de Cristo. Tiempo después el obispo de Cesarea lo consagró obispo de Gaza, en Palestina. Durante su gobierno pastoral desaparecieron los últimos restos del paganismo de la región. Porfirio murió el año 420.