“No siento que vaya a reemplazar a Noelia”

“No siento que vaya a reemplazar a Noelia” Podría ser la pareja de Hernán Piquín en el Bailando 2014, pero todavía no firmó. Opina que su colega Eleonora Cassano hará un gran papel y piensa bien del jurado que la puntuará. “No siento que vaya a reemplazar a Noelia”

Brilla por sí misma, y además hace brillar a los que bailan con ella. Es Cecilia Figaredo, una estupenda bailarina clásica surgida del Teatro Colón. Desde los 16 años se sumó al Ballet Argentino de Julio Bocca y terminó como pareja protagónica en muchas obras. Y es la figura siempre presente cuando Hernán Piquín pisa los escenarios. Fue la musa, la presencia lírica en Hernán Piquín es Freddie, obra con la que mucho público de toda la Argentina vio a estos bailarines en vivo por primera vez, durante 2011 y 2012. Ahora, Figaredo vuelve a convertirse en un ser etéreo y apasionado, ingenuo y fogoso que interpreta algunas de las coreografías de Balada para mi muerte.

En esta nueva propuesta de Piquín en el Teatro Astros, se la ve a Figaredo mejor que nunca: más ágil, más plástica, incluso más entregada a la danza que lo que solía estar en cada actuación. Será porque es mamá de Mauro, quien aún no tiene un añito… Será porque junto a su marido, el contrabajista Andrés Serafini, cumplieron el sueño de hacer su propio espectáculo (Boulevard tango), de estrenarlo y de seguir llevándolo por el país… Será por los posibles proyectos para 2014…

— ¿Qué perspectivas tienen con “Balada para mi muerte”?
—Hernán armó este espectáculo para hacer en el verano en Buenos Aires, y quería que fuera de tango. Convocó cinco parejas de tango (lideradas por Sol Viviano y Osmar Odone), a la cantante (Mónica Sacchis); a mí me llamó para ser su compañera, y así se fue armando el espectáculo. La idea es llevarlo al interior del país.

— ¿Cómo se modificó tu rutina de bailarina, con la presencia de tu bebé?
—¡Cambió mucho! No es lo mismo cuando hacía giras sola… Ahora me acompaña el nene. En las giras, se viaja a la noche, y a la tarde una siestita es reparadora para juntar energías para la función. Eso, con el nene se modifica, porque si él no quiere dormir la siesta, no dormís la siesta, ¡je, je!

— ¿Cómo se van a organizar en el año teniendo en cuenta que Hernán va estar en “Showmatch”?
—Yo sé que él tiene un espectáculo con productores artísticos del Cirque du Soleil que van a estar armando un espectáculo nuevo en el cual va a estar Hernán, creo que para abril y mayo. Conjuntamente con eso, estará en la televisión. Y cuando se pueda, haremos la gira de Balada…

—¿Y vos vas a estar en “Showmatch”?
—Todavía no sé si voy a estar. Es un gusto y me honra que hayan pensado en mí para convocarme, pero no quiero decir nada, porque todavía no conversé con nadie de la producción. Hernán me dijo que estaban interesados en que yo estuviera en Bailando. Calculo que en estas semanas se definirá. Pero, insisto, todavía no hablé con nadie. Solamente Hernán me dijo que estaba sonando mi nombre…

—¿Serías como el reemplazo de Noelia Pompa?
—No, no lo siento así. Por lo menos, dentro del medio, no, porque me conocen. Al público general, vamos a ver cómo le cae el cambio. Además, sé que Noelia va a estar, no con Hernán. Si no, iba a ser el tercer año que estaban juntos… Es por eso que (en el programa) decidieron que estuvieran los dos pero con diferentes parejas.

—Si estuvieras en el programa, competirías con Eleonora Cassano, quien fue tu compañera en muchos escenarios…
—Sí, escuché que ella iba a estar. Eleonora ha hecho cosas en la tele. Tiene su experiencia en estar frente a una cámara. Tantos reportajes… Como la artista que es, yo supongo que se va a desenvolver bien, no creo que tenga problemas; son muchos años de profesión.

 

“Moria hace devoluciones acertadas”

Cecilia Figaredo reflexiona sobre Bailando por un sueño, desde su lugar, por ahora, de espectadora:

— Yo veía el programa, más que nada porque estaba Hernán. Era divertido, entretenido, digamos… Lo que más me llamaba la atención eran las evoluciones. Los participantes, aun los que nunca habían hecho danza, iban cambiando y creciendo. La danza tenía mucha mezcla, porque como todo buen show el programa es una mezcla de estilos: los urbanos, como el reggaetón, el hip hop; las danzas latinas, como el merengue, la salsa… Había cosas que me gustaban y otras que no, como el strip dance. Todo se puede hacer con buen gusto, depende de cada persona, coach, coreógrafo. Respecto del jurado, me parece que se evaluaba más bien desde un gusto personal, pensando “este ritmo a Fulano le queda mejor”. Pero es gente que tiene mucho visto, como Moria u otra gente de teatro que ha visto mucha danza. A nosotros nos han venido a ver muchísimas veces al teatro. Por eso, evaluaban desde el gusto propio y desde lo que con los años habrán aprendido. En el concurso, a Moria Casán, por ejemplo, le vi dar devoluciones muy acertadas, con las que muchas veces coincidía. No sólo los bailarines podemos decir “esto está bien, o mal”, porque no se está haciendo un ballet, no se está mostrando El cascanueces. Hay ritmos callejeros. Hay de todo. Incluso cuando agregaron el clásico: si alguien se cae, más o menos ¡te das cuenta de que se cayó! Si algo está muy mal hecho, te vas a dar cuenta.