Cada final de ciclo en la vida política argentina, promete transferencias intersectoriales que llevan las cosas a fojas cero en materia salarial. El olfato y la experiencia de los responsables de la gestión política, les permite prever la movida con la suficiente anticipación como para salir casi indemnes. A su lado los empresarios, sin distinción de sectores, suelen enterarse también
anticipadamente y ajustar, por ejemplo, lo que perdieron en las discusiones paritarias. Ocurrió hace una semana, cuando un día los trabajadores festejaron un incremento del 25 por ciento y, en unas horas, la devaluación del peso les quitó 15 puntos nominales y vaya a saber cuántos, en su economía doméstica real.
Los incrementos impositivos provinciales fueron la antesala de esta mala nueva. La amenazante deuda consolidada licuó una porción importante de su monto, al menos la contraída en pesos. Se habla de 1000 millones de déficit al cierre del ejercicio 2013, lo que supone que se ha venido gastando bastante por encima de los ingresos, que crecerán sustancialmente en 2014 por obra de la reforma tributaria que, entre otras cosas, castigó a los propietarios rurales con un 60 por ciento en el Inmobiliario. Este manejo puede colocar a la deuda pública en la friolera de 6000 millones de pesos, incluyendo títulos emitidos en dólares por 152,6 millones, a 3 años, con uno de gracia y amortización trimestral.
Bonos festival
En 2013 se emitieron 10 series de títulos de deuda en pesos por un total de $ 1.040.164.000, con interés superior al 18 % anual y de los cuales se deberán cancelar en el ejercicio 2014 $ 440.116.000 de pesos, más intereses aproximados por $50.000.000. Durante el mismo ejercicio se emitieron dos series en dólares por las que se consignaron ingresos por 900 millones de pesos, para los cuales se deberá desembolsar en concepto de amortización e intereses, si se mantiene la actual pauta de crecimiento del dólar oficial, $ 2.090.000.000. Es lógico pensar que el mayor problema es el endeudamiento en dólares, que en parte deberá ser cancelados por la gestión siguiente, sobre todo teniendo en cuenta que la pauta oficial de ajuste de esa moneda no es menor al 30 % anual. Para cancelar sueldos y medio aguinaldo de diciembre, el gobierno debió emitir títulos en
dólares a un valor de 6,425 pesos por dólar.
Paritaria inminente
La discusión paritaria asoma complicada, con la depreciación del peso y la inflación como sus dos principales vectores de conflicto. En ese marco, la más preocupante es la docente, que se encuentra a las puertas, aunque no es el único frente que preocupa al gobierno entrerriano. Asegurado el dólar competitivo a industriales y exportadores y, con ello, sacado de la mesa de discusión de este martes el impacto de los salarios sobre los costos, Sergio Urribarri recibirá a la Mesa de Enlace y a la UIER con menos presiones que hace una semana. El debate se centrará entonces en el incremento del Inmobiliario Rural y el cobro inédito de Ingresos Brutos a la industria. El primer mandatario no irá al encuentro sin respuestas a esas dos incógnitas. Sobre el Inmobiliario pedirá «mayor compromiso de un sector que ha recibido mucho de este modelo y al cual las exportaciones le deparan buenos tiempos», dicen desde el entorno. La respuesta a la industria puede tener caracteres similares, con posibilidades de premiar sólo a quienes han hecho buena letra. Veremos.