En los últimos cuatro días, el complejo hidroeléctrico de Salto Grande permitió que el lago crezca por encima de los 35 metros, regulando el agua y salvaguardando las playas río abajo. En los partes diarios emitidos por el área de hidrología de la represa de Salto Grande se advierte que el organismo ha optado por permitir que se eleve el nivel del
embalse, reteniendo por momentos más agua de la que le ingresa desde el norte, operatoria que recorta la suba del río hacia el sur. El 10 de enero a la hora 8, el lago llegaba a 34,75 metros, mientras que aguas abajo se estimaba que la altura del río fluctuaría entre los 3,50 metros y 6,50, escala del puerto de Concordia.
El 12 de enero ya el lago había pasado los 35 metros, ubicándose en 35,06, mientras que la altura del río aguas abajo se estimaba no pasaría los 5 metros. Por último, este martes 14 de enero, el lago llegó a 35,32 metros mientras que la máxima río abajo se estimó en 5,90 metros. Durante el verano, el complejo hidroeléctrico suele ser blanco de las críticas de comunidades ribereñas de aguas abajo, cuando la generación de energía la lleva a liberar un mayor caudal hacia el sur, provocando fluctuaciones en el nivel e impactando sobre las playas. Tal vez en respuesta a los cuestionamientos, en esta primera quincena de enero la CTM ha optado por dejar crecer la altura del embalse, reteniendo parte del agua que recibe del norte y recortando la suba hacia el sur.