Mario Pergolini les bajó la persiana a todos los programas de la grilla. Mientras Cristóbal López despidió a 25 personas.
Dudas, especulaciones, incertidumbre y temores por la continuidad laboral es todo lo que reina por estos días entre el personal de la Rock & Pop. Luego del traspaso a manos de Szpolski y Garfunkel –quienes dieron a Mario Pergolini el control absoluto de sus emisoras–, finalizó la mayoría de los ciclos sabiendo que no se trata de vacaciones y que no habrá vuelta al aire. Aunque el mismo Sergio Szpolski apareció por la radio a principios de diciembre para llevar tranquilidad al personal asegurándoles que los cambios serían artísticos y no habría despidos, varios ciclos históricos de la emisora ya dijeron adiós. Tal es el caso de Day tripper, con Juan Di Natale, que el 31 de diciembre se despidió para siempre de sus oyentes.
Para Clemente Cancela hubo un punto y aparte a su ciclo Gente sexy: “Hoy es el último @GenteSexy_959 de 2013. No sabemos cómo sigue la historia”, dijo el conductor en su cuenta.
Se sabe que Negrópolis, el bastión de las mañanas con el que Vernaci, Tortonese y compañía sostenían las mediciones más dignas de los últimos tiempos en la señal rockera, tampoco continuará. No hay nada confirmado sin embargo respecto del futuro de Vernaci en la radio o en el grupo de Garfunkel, pero el magazine como tal ya es parte del pasado. Todo indica que la conductora buscará nuevos horizontes, a juzgar por los cruces que tuvo con el propio Garfunkel y su mujer Victoria Vanucci; sin embargo, Elizabeth mantiene el hermetismo, aunque a su equipo le informó que no seguirá en la Rock & Pop.
Gustavo Olmedo, el flamante director designado por Mario Pergolini (compañero suyo desde hace largos años), se está encargando de ejecutar el plan de transformar la radio en una emisora donde prevalezca la música y el perfil de los programas sea otro. Por el momento quedaron las voces de segunda línea (ningún conductor estrella) presentando canciones. Así pasarán todo enero, y se espera que para febrero haya novedades.
Por su parte, la emisora del Grupo Indalo salió con los tapones de punta pero hacia sus empleados. Los últimos días de 2013 y los primeros de este 2014 se dedicaron a barrer cuanta voz crítica osara pronunciarse al aire, y de paso, a achicar la planta de trabajadores con 25 despidos, a los que ya prometieron sumar más. Antonio Laje fue un caso testigo: al conductor le dieron unas vacaciones forzadas desde el 20 de diciembre que no fueron más que una suspensión para meditar sobre su futuro en el grupo, tanto en la radio como en C5N. Laje venía demasiado crítico para el gusto de los directivos de Indalo respecto de las responsabilidades del Gobierno con la crisis de energía y los cortes de luz. No gustó nada su postura en el tema, y un llamado de la Rosada detonó una reunión categórica en la que los gerentes de ambos medios mandaron al conductor a descansar.
Hace dos días Indalo emitió un comunicado diciendo que los despidos eran porque debían reducir una “abultada plantilla permanente” y que Laje debe confirmar el próximo lunes si acepta la dirección periodística del grupo con la condición de no estar más al aire. Pero el conductor se anticipó y aclaró que no aceptará esa oferta y denunció que fue censurado tras la emisión del 19 de diciembre por criticar la política energética del kirchnerismo. La extraña lógica del multimedio de Cristóbal López (¿lo vacacionan por cuestionar pero le ofrecen el cargo más alto para poner en juego el criterio periodístico?) cayó sobre la yugular de Gustavo Mura, quien fue directamente despedido. Mura entrevistó el último domingo, en su ciclo de Radio 10 Cae la tarde, al secretario de Seguridad Sergio Berni. Las preguntas incomodaron al funcionario, y en menos de 48 horas fue despedido luego de 14 años de trabajar en ese mismo medio. Desde Facebook, Oscar González Oro siguió la situación y no se calló la bronca. “Ya está. No se puede trabajar de esta manera”, posteó. “Primero Laje y ahora Gustavo Mura”, y finalmente confirmó que si no se “arregla” lo de Laje, él tampoco volverá al aire.