Newell’s-Rosario Central y Boca-River empataron sin goles. En Avellaneda tampoco lograron romper el cero en un domingo sin festejos.
Racing Club e Independiente igualaron hoy 0-0 el clásico de Avellaneda en el Estadio Presidente Perón, en un partido correspondiente a la duodécima fecha del torneo de Transición de la Primera División que no estuvo a la altura de las expectativas generadas por el duelo barrial en sí, ni por haber sido casi con seguridad el último clásico de Diego Milito, figura y emblema del equipo local.
Ante un juego deslucido, el color se vio más que nada en las repletas tribunas racinguistas, que agasajaron repetidamente a Milito y estuvieron pobladas de banderas para enrostrarle al adversario histórico su participación en la Copa Libertadores de América y el reciente descenso del Rojo.
El partido se vio muy condicionado por la actualidad de los dos equipos en el torneo. Mientras Racing reservó algunos titulares para el partido del miércoles frente a Atlético Mineiro por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, Independiente aspiraba a achicar la brecha que lo separaba de Godoy Cruz y San Lorenzo de Almagro en la Zona 1 del torneo local.
Por lo tanto, el visitante alineó en cancha lo mejor que tenía, y se notó dentro del campo de juego esa diferencia de jerarquía.
De todos modos, los dirigidos por Mauricio Pellegrino no lograron hacer pesar esa ventaja durante el primer tiempo, que fue chato y con pocas situaciones de gol.
Racing concentró ante todo sus fuerzas en defensa, priorizó el orden y la cautela, frente a un visitante que manejo la pelota con prolijidad, asumió riesgos en ofensiva e intentó ser profundo por las bandas, aunque lo logró en contadas ocasiones.
A los 8 minutos, Jorge Ortiz logró filtrarse al área por izquierda, cara a cara con Sebastián Saja intentó una definición sutil abriendo el pie y cruzando la pelota, que terminó pasando muy cerca del poste izquierdo.
Independiente tuvo otra chance muy propicia, la mejor, a los 16, partiendo de un pase largo de Gustavo Toledo que superó a Yonathan Cabral, Saja salió apurado, Leandro Fernández la tocó por arriba eliminando ese achique y, ante la llegada de los demás defensores, remató de chilena ante el arco desprotegido, pero el envío se fue por arriba del travesaño.
La sensación es que, sin brillar, Independiente fue más como equipo que un Racing que se mostró como un conjunto de individualidades aisladas.
Independiente pareció haber agotado sus recursos en la etapa inicial, en la que además había hecho un gran esfuerzo físico. Eso permitió que Racing se adelantara en el terreno con el correr de los minutos del segundo tiempo, que empezara a probar desde media distancia y, con el envión anímico que le dieron también al equipo los ingresos del paraguayo Oscar Romero y Lisandro López, Racing terminó mucho mejor, generando situaciones claras.
Por su parte, Independiente se fue desdibujando poco a poco a pesar de haber contado con llegadas aisladas.
En una de esas, a los 22 minutos, la pelota le quedó servida a Fernández y Saja logró sacársela de los pies con lo justo.
A los 31, Romero dispuso de un tiro libre al borde del área, el balón se desvió en la barrera desconcertando al arquero uruguayo Martín Campaña, pero así y todo logró desviarla por arriba del travesaño.
Sobre el final, a los 43 minutos, Lisandro López remató de frente al arco, la pelota se desvió en el brazo derecho de Toledo, que estaba extendido, y salió muy cerca del palo derecho.
Pese al reclamo de todo el estadio, el árbitro Federico Beligoy consideró que el defensor no tuvo intención de detener el disparo con su brazo y cobró córner. La Academia jugará nuevamente como local el próximo miércoles frente a Atlético Mineiro, por la ida de los ocatavos de final de la Copa Libertadores.
Independiente volverá a jugar el próximo fin de semana, en su cancha, frente a San Lorenzo, uno de los líderes de su Zona, y por lo tanto ese clásico será crucial.
Fuente: DyN