Hace un año el equipo inglés estaba casi descendido. Hoy quedó a un paso de ganar el título. Cinco historias del candidato menos pensado.
Tiene todos los condimentos de esas películas motivadoras de Hollywood en la que el más pobre puede con el todopoderoso, con el malo de la historia. Pero ni el más optimista de esos filmes tiene la intensidad del camino que recorre el Leicester rumbo a ganar la primera Premier League en 132 años de existencia.
A falta de cinco fechas, los Foxes están a tres triunfos de dar uno de los golpes más grandes en el fútbol moderno. Y en ese mar de historias hay cinco que merecen ser contadas.
1. Terremoto Ulloa. El argentino Leonardo Ulloa es uno de los pocos suplentes con los que cuenta el entrenador italiano Claudio Ranieri. Surgido de la CAI de Comodoro Rivadavia, la rompió en el Brighton, de la Segunda División inglesa, y llegó al Leicester la temporada pasada (junto a Esteban Cambiasso). En esta temporada tiene pocos minutos, pero tuvo goles claves. Como el que le marcó al Norwich el 27 de febrero sobre la hora.
¿Qué tuvo de especial ese gol? El partido iba 0-0 y en el minuto 89 el número 23 anotó el gol de victoria, para que los zorros azules sigan en la cima. Eso provocó que explotaran los hinchas que colmaron el King Power Stadium, y que ese festejo registre un movimiento de 0,3 en la escala Richter, según un sismógrafo ubicado en los alrededores del estadio.
2. La primera vez de Ranieri. El italiano Claudio Ranieri es uno de esos entrenadores que tiene nombre propio en Europa. Antes de aterrizar en Leicester estuvo en 15 equipos, entre los que se destacan Roma, Inter, Juventus, Chelsea, Parma, Valencia, Atlético de Madrid, Mónaco, y la Selección de Grecia, a la que sólo dirigió en cuatro partidos. Esa fue su última escala previa a su actual sueño.
A los 64 años, el romano está en las puertas de conseguir su primer título de liga europea. Ganó Copa de Italia, Supercopa, Supercopa de Europa y hasta Copa del Rey, pero nunca pudo guiar a sus equipos a ser los mejores de su liga.
3. Un goleador marginal. Es la historia más hollywoodense de este Leicester casi campeón. Jamie Vardy, delantero y figura del equipo, pasó de trabajar en una fábrica a ser la estrella de la Premier League y la selección de Inglaterra en un abrir y cerrar de ojos.
En las inferiores del Sheffield Wednesday lo dejaron ir por su pequeño tamaño, lo que lo traumó y lo hizo meterse en problemas. Tantos que debió cargar una tobillera electrónica para que la policía lo vigilara tras una pelea callejera.
Su amor por el fútbol hizo que mientras gritaba goles en lo más profundo de las categorías menores trabajaba en una fábrica de material médico, haciendo férulas. Stocksbridge Park Steels (club amateur), Halifax Town (séptima división) y Fleetwood Town (quinta división), en el que anotó 30 tantos y llamó la atención del Leicester, que estaba en la Segunda.
Un millón libras desembolsó el equipo en la temporada 2013-2014 para que sea una pieza clave del ascenso a la Premier League. Este año rompió un récord increíble: convirtió en once fechas consecutivas.
4. 5000 a 1. Creer en el milagro de un Leicester campeón era tan imposible que las tan estudiosas casas de apuestas pagaban esa cantidad al que apostara por el equipo que se había salvado por poco del descenso la temporada anterior. Pero lo imposible se hizo posible. Por eso, las casas de apuestas empezaron a hacer tratos para cerrar negocios con los osados que se arriesgaron por el milagro. Los casos son pocos pero hay dos notables.
La casa Ladbrokers acordó pagarle 29 mil libras a un hincha que había puesto 20 (y debía llevarse 100 mil). El segundo afortunado batió un récord en el mundo de las apuestas: puso 50 libras, inversión que le reportaría ganancias de 250 mil, pero aceptó las 72 mil que le ofrecieron, cifra que marca un récord absoluto en precios pagados por cerrar una jugada antes de tiempo.
5. Fútbol Street. Tan grande es la epopeya que están por cumplir los jugadores de este humilde Leicester que la gratitud excede a sus hinchas. “Ha sido un gran esfuerzo colectivo, así que, además de Vardy Vale, necesitaremos también calles como Schmeichel Street, Ranieri Road y Drinkwater Drive”, selló su compromiso Peter Soulsby, alcalde de la ciudad de Leicester, para homenajear al equipo en caso de consumar el milagro de la vuelta olímpica.
No es la primera vez que la ciudad reconoce a sus deportistas: hay un sitio donde adoptaron nombres de prestigiosos golfistas y una calle está dedicada a Gary Lineker, ex goleador surgido del club.
(*) Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.