El nuevo director de la TV Pública jura que en los noticieros informarán sobre todos los temas, incluidos los Panamá Papers, y los sueldos serán de entre 30 mil y 50 mil pesos. La programación PRO.
La TV Pública del gobierno de Cambiemos está capitaneada por Horacio Levin, el director ejecutivo elegido por el ministro de Medios Públicos, Hernán Lombardi, cuyo objetivo, asegura, es programar una grilla plural y mirar con lupa hasta el último centavo que se gastará durante su gestión. Su oficina, en la que recibe a PERFIL está ubicada cerca del ingreso de Figueroa Alcorta, y sólo la decoró con un portarretrato de su padre Miguel Levin. “Trabajó acá en el 59, yo tenía cinco años, y paseaba por estos pasillos. Mi padre producía, hacia cámaras, así que algo de estirpe tengo para estar acá”, confiesa el hombre de 63 años, ex dueño de Promofilm, la productora televisiva que hizo Sorpresa y media, Agrandadytos y Expedición Robinson.
Grilla PRO. La nueva programación en tiempos de Mauricio Macri será presentada mañana aunque Levin sostiene “que estará completa a mediados o fines de mayo”. Karin Kohen abrirá la pantalla con el noticiero matutino (de 7 a 9), seguirá un infantil fílmico –a confirmar– de 9 a 10, Karina Mazzocco conducirá el magazine Pura vida cada día con Nicolás Scarpino y Adrián Cormillot de 10 a 12, luego el informativo del mediodía con Maby Wells hasta las 14. “Tendrá un coconductor que será un periodista del interior que se reemplazará cada 15 días”, cuenta Levin. Continúan los Cocineros argentinos, ciclo sobreviviente de la gestión K, de 14 a 16, y después Tomate la tarde, de Gastón Recondo y Juliana Gattas, de Miranda!, de 16 a 18. “Es un magazine federal, con móvil desde las provincias, divertido”.
En mayo, de 18 a 19, Clemente Cancela estará al frente de Desordenados, un envío de preguntas y respuestas para público juvenil. “A las 19 irá la novela Celia, sobre la vida de Celia Cruz, que compramos a RCN de Colombia y es un éxito en Latinoamérica. Costó 800 dólares el capítulo y son 165 de una hora”. A las 20 el noticiero central con la pareja debutante: Mariel Fitz Patrick y Daniel López. “En el horario de las 21 (en el que estaba 6,7,8) iremos con un periodístico de lunes a jueves no definido aún. “Queremos un grupo de periodistas que representen a todos los pensamientos de la sociedad. Nos está costando, no se animan a venir, tienen miedo de que les bajen línea, que sus sueldos salgan publicados”.
El horario de las 22 estará loteado por diferentes programas cada día. Los lunes llegarán las entrevistas de Gonzalo Bonadeo, los martes la ficción El marginal (producida por Underground, quedó de la gestión Bauer), los miércoles un ciclo conducido por Julián Weich, y los jueves compraron los derechos de la serie Según Roxy. “También pagamos casi 800 dólares el capítulo (son 27)”, revela el socio fundador de Capit. A las 22,30, el unitario Ultimátum, comedia con Julieta Cardinali y Fernán Mirás, otra ficción hecha con subsidios del Ministerio de Planificación de De Vido. Los viernes fútbol o películas.
“Los domingos, después del automovilismo, a las 14, queremos hacer un programa con los editores de los seis diarios más importantes: Clarín, La Nación, PERFIL, Página/12, Ambito Financiero y El Cronista para defender su portada y editorial. Creo que va a generar más ruido que audiencia”, analiza. Otro ciclo nuevo será Juventud acumulada, los sábados a las 11, conducido por Fanny Mandelbaum. Los que siguen son: Visión Siete Internacional, Madres de la Plaza, Siete locos, Filmoteca, Caminos de tiza, y Científicos argentinos, de Adrián Paenza.
—¿Qué pasó con Brieger?
—Nuestros noticieros no tendrán columnistas. Le dijimos que vuelve al noticiero internacional de los sábados y que tendrá otra voz porque a mi criterio su versión internacional está un poco sesgada y debemos tener otra mirada. No lo echamos, no lo censuramos, y le respetamos el lugar. Se victimizó. Sigue siendo planta del canal con un contrato muy importante que no voy a decir la cifra. En el programa de las Madres hubo insultos al Presidente y lo dejamos. Si tengo que censurar a alguien me voy. Pero pongamos algunos límites.
Con respecto a las ficciones nacionales, el viernes anunciaron la primera coproducción con la brasileña Globo, Supermax, dirigida por Daniel Burman y protagonizada por Cecilia Roth y Santiago Segura. “Por ahora me voy a manejar con las ficciones de Bacua (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos) que estaban cajoneadas. Vamos a estrenar una ficción (Sí, sólo sí, los sábados a las 11) protagonizada por chicos con Síndrome de Down en la que participan Fito Páez, Fabián Vena, entre otros. Pero por otro lado hay muchas que estaban protagonizadas por el mismo actor, (Alejandro) Awada, es fuerte, la semana pasada pusimos dos con el mismo protagonista y con actores cambiados”.
Contratos. La planta de la TV Pública es de 1.200 empleados efectivos, lo que le representa el mayor gasto del presupuesto al Estado. Levin confirma que el 90% entró por concurso y que desde que tomó el cargo no hubo despidos. “Estaban, la mayoría, sin tareas asignadas. Nosotros vamos a producir todo y no renovamos los contratos con las productoras privadas, bajamos de manera significativa los costos. Se gastaba sin pensar en la comercialización, era pura propaganda política. Queremos gastar menos, salir a vender y que nos ingrese dinero de publicidad y de formatos”, dice el director ejecutivo desde hace dos meses. Entre los honorarios de conductores y columnistas, Levin asegura que “serán de 30 mil, 40 mil, 50 mil pesos. No tenemos ningún contrato firmado por más de 80 mil pesos aunque puede haber alguna excepción”.
—¿Hablaste con Néstor Sclauzero por los noticieros?
—Sí, lo hablé, también Sigal (Jorge, a cargo de RTA) y Lombardi. Le pedimos escuchar todas las voces, queremos un noticiero que cuando termine la gente pregunte: “¿quién está gobernando en este país?”. El modelo de TV es el de la BBC, y el de la Televisión Española, no podemos llegar a esos niveles, pero es la idea. Que cambia un gobierno y no cambian los periodistas.
—¿Estará el tema Panamá Papers?
—Claro. Al tema de Panamá Papers ya lo damos, como en todo el mundo, acá nadie esconde nada, no hay nada que esconder. Todo el mundo tiene que dar la información que sea.