Grupo de Payamédicos de Concordia estuvieron en el hospital Urquiza donde visitaron a los pacientes y empleados del lugar y que hoy también visitarán el centro de salud Giacomotti. Se brindó también una charla de paya-teatralidad organizada por la facultad de Ciencias de la Salud La charla de introducción a la paya-teatralidad, organizada por la facultad de Ciencias de la Salud, se realizó ayer en el auditorio Carlos María Scelzi y que estuvo a cargo del formador itinerante Cristian Velázquez.
Asimismo, el docente junto al grupo de Payamédicos de Concordia estuvieron en el hospital Urquiza donde visitaron a los pacientes y empleados del lugar. Hoy también realizarán en el centro de salud Giacomotti. Velázquez es actor y docente teatral y desde hace 8 años se dedica a ser payamédico y formador en ésta tarea, avalado por la Asociación Civil Payamédicos. Respecto a la formación en este campo, remarcó que no es necesario ser médico o profesional de la salud sino que es una capacitación apuntada a cualquier persona mayor de 18 años y con secundario completo, ya que el certificado que se entrega posee rango universitario avalado por la Universidad de Buenos Aires.
La charla
Uno de los principales objetivos de la charla fue dar a conocer de qué se trata ser payamédico y cómo es una formación para así luego poder abrir el curso en la ciudad y armar un grupo de payamédicos de Concepción del Uruguay. En cuanto a lo que fue su capacitación en Buenos Aires, Velázquez comentó: “Tiene una parte práctica con juegos y ejercicios de distención para así poder descubrir nuestro payaso y para luego convertirnos en ese payaso. También hay una parte teórica en donde vemos cuestiones de ética y filosofía payamédica, nociones de psicología, bioseguridad, entre otros temas.
Luego tuvimos una práctica de 6 meses. La formación tiene un tiempo total de un año”. En ese sentido, agregó: “Es algo de aprendizaje continuo. Una de las cosas más gratificantes que tiene es cuando se está con el paciente, sea de cualquiera edad. Lo que hacemos es jugar con la personas y buscamos generar energía positiva. Como payamédicos tenemos una misión concreta que es contribuir al proceso de recuperación emocional del paciente. Una vez que nos ponemos el traje lo que hacemos es entrar a un mundo de fantasía y jugamos como cuando éramos chicos, donde la imaginación tiene mucho que ver”.
Paya-teatralidad
Respecto al juego con el paciente, Velázquez señaló: “Cuando nos ponemos a jugar, tanto el paciente como nosotros, liberamos endorfinas. Las endorfinas son hormonas naturales que generamos con nuestro sistema nervioso central y que se liberan, en este caso, cuando jugamos y reímos. Generan un estado de bienestar y de relajación que al paciente le viene genial porque eso, en algunos casos, hasta ha bajado la ingesta de medicación química”. Finalmente, resaltó la experiencia como docente en esta disciplina que ha realizado en distintos puntos del país.
“La experiencia es extraordinaria, cuando la gente viene al curso dice que lo que hace porque tiene mucho para dar y lo que tiene para recibir es genial. En el curso se aprende mucho de uno mismo y ahí es donde comienza la formación de uno. El aprendizaje es extraordinario y como profesor me encanta hacerlo, viajar por todos lados y que la gente se entere de qué se trata y lo pueda experimentar “, dijo finalmente.