Rock y moda en un festival de consagrados e indies

Rock y moda en un festival de consagrados e indies

La última jornada en el Hipódromo de San Isidro tiene a Florence + The Machine y al ex Oasis Noel Gallagher como números centrales. Bandas locales, alternativas y clásicas que van desde Babasónicos hasta los salvajes Die Antwoord, de Eruca Sativa a Mumford & Sons.

Rock y moda en un festival de consagrados e indies

Tercera pero no la vencida. Una nueva edición del festival Lollapalooza desembarcó ayer en Buenos Aires, con la primera visita de Eminem al país y continúa hoy con Florence + The Machine, Noel Gallagher’s High Flying Birds, Mumford & Sons, Bad Religion y los locales Babasónicos como platos fuertes de la jornada que, desde temprano, ofrece en el Hipódromo de San Isidro música en continuado en sus cinco escenarios.
Para muchos, el Lolla se convirtió en el festival “al que hay que ir”, una mezcla de megarreducto –valga la paradoja– alternativo con ribetes de nostalgia, donde la generación de los treinta y pico rememora sus noches de auriculares a todo volumen, ahora caminando de la mano de algún hijo pequeño o disfrutando con novia/o y amigas/os un fin de semana de estirada juventud. Un poco de maquillaje, varios “hippies con Osde”, mucho de marketing y, claro, de rock, hacen el cóctel de estas dos jornadas por las que desfilan más de cincuenta bandas.

El festival invita a ir desde temprano y recorrer durante el día los distintos escenarios, tirar la lona en el pasto y pasar un día distinto en un predio súper amplio con lugar para todos. Porque si hay que señalar uno de los aciertos del festival es el lugar donde se realiza, el Hipódromo de San Isidro que, aunque fuera de la Capital, es de fácil acceso en diversos medios de transporte y recibe con comodidad a los asistentes al evento. Para hoy, las antenas están puestas en Noel Gallagher, ese hermano díscolo de Liam que pegó el portazo de Oasis hace varios años dándole justa sepultura a una de las bandas emblema de los 90 y coronará la última jornada. Ese que no es de hacer grandes amigos y que, sin ir más lejos, dijo en algún momento sobre el otro gran nombre del Lolla, Eminem, que era “un puto idiota”. El cierre estará a cargo de Florence + The Machine, la banda inglesa liderada por Florence Welch, que viene a presentar su último trabajo, How Big, How Blue, How Beautiful.

Antes pasarán por el Main Stage 2 Mumford & Sons con su propuesta de folk rock y por el escenario alternativo, desde la costa oeste estadounidense, Bad Religion. Los locales Babasónicos estrenarán seguramente durante su set su último tema, Vampi, que formará parte de Desde adentro (impuesto de fe), el disco próximo a salir con reversiones de sus clásicos, a propósito de sus 25 años de carrera.
Pero además de música, este año hay una fuerte apuesta al compromiso con el medio ambiente con la propuesta Espíritu Verde, que invita al público a participar de charlas y actividades relacionadas con su cuidado.

Y, claro, no puede faltar la oferta gastronómica acorde a la circunstancia. El rockero también se alimenta y no sea cosa que caiga con la heladerita y tire por la borda el Lolla style. Pero la pizza de parado a la salida de Obras ha devenido en patio de comidas con food trucks para todos los gustos. Es que el Lolla es también el fiel reflejo de los tiempos que corren para un sector de los adolescentes de los 90, los que se codean con una generación que revolea palos de selfie sin importar quién esté enfrente y los que esconden el encendedor para poner la luz de su smartphone al servicio de algún momento emotivo.

Creado en 1991 en los Estados Unidos por Perry Farrell (Jane’s Addiction), el Lollapalooza suele evocar, con nombres como Red Hot Chili Peppers, Pixies, Soundgarden, The Smashing Pumpkins y Cypress Hill, a esa Generación X que marcó su gestación. Pero, por suerte, el festival no vive de recuerdos y la grilla de este año lo demuestra dándole lugar, por ejemplo, a Eruca Sativa, crédito local en ascenso, que cerró el año pasado con un Luna Park repleto demostrando el gran momento que atraviesa. “Es buenísima la oportunidad de darse a conocer a un público distinto que tal vez no pagaría una entrada para verte y aprovecha la ocasión para ver otras cosas y te descubre”, dice Lula Bertoldi, de Eruca, y agrega: “Es la oportunidad de ganar un público nuevo”.

La cantante y guitarrista del trío que se completa con Brenda Martin (bajo y voz) y Gabriel Pedernera (batería y coros) asiente que el Lolla es un festival con una audiencia con características muy definidas. “Tiene un carácter más internacional, más indie. Es un público que tiene otra forma de escuchar música, escucha mucho en inglés y es muy distinto a otros festivales donde tocamos, como el Cosquín Rock, que es netamente nacional”.
Eruca promete una lista festivalera “pero también adaptada a este público al que le gusta otro tipo de sonoridades”. A poco de editar su cuarto disco, Lula asegura que se viene una nueva etapa para la banda. “Es un dar vuelta la página. Ahora arrancan los recitales más grandes, para más cantidad de gente, con una puesta audiovisual más importante, un escenario más fuerte”, y algo de eso van a mostrar hoy en el Lolla. “Estamos armando una puesta con videos. Ojalá se pueda mostrar lo que tenemos pensado, porque tocamos de día, pero estaremos dando nuestro mejor show”, confía.    

Desde su primera edición argentina en el Hipódromo, el Lollapalooza ya es una marca y una cita obligada para muchos que se arriesgan al famoso early bird, que propone sacar entradas ¡seis meses antes de la fecha! y sin conocer la grilla de artistas a un precio más económico. En septiembre del año pasado se agotaron estos pases, veinte días antes de que se anunciaran las bandas que serían de la partida en Buenos Aires. Según cifras oficiales, en 2015 pasaron por el Lollapalooza 140 mil personas. Veremos si la gallina de los huevos de oro del rock actual repite la hazaña en época de vacas flacas.

 

La grilla de artistas y horarios

Por los cuatro escenarios principales más el KidzaPalooza –el espacio para los más chicos– pasarán más de cincuenta bandas nacionales e internacionales entre las dos jornadas. Las puertas abrieron ayer a las 11.30 y hoy se repite el horario. Los conciertos arrancan a las 12.30. En el Main Stage 1 la programación es la siguiente: 13.15 Eruca Sativa, 15.15 Carajo, 17.15 Alabama Shakes, 19.15 Noel Gallagher’s High Flying Birds y el cierre, a las 22, con Florence + The Machine. El Main Stage 2 abrirá el telón con Juan Ingaramo a las 12.30, Vintage Trouble a las 14.15, Ghost a las 16.15, Brandon Flowers a las 18.15, Mumford & Sons a las 20.30 y Kaskade a las 23.30. Por el escenario alternativo pasarán Los espíritus (13.15), Boom Boom Kid (14.15), Odesza (16.15), Bad Religion (17.45), Marina and the Diamonds (19.15) y Babasónicos (21). Se subirán al Perry’s Stage Villa Diamante (13.15), Festa Bros (14), Leo García (15), Matthew Koma (16.15), A-Trak (17.30), Zeds Dead (18.45), RL Grime (20.15) y Die Antwoord (22).

 

Precios atacados por la Inflación

Como no podía ser de otra manera, la inflación también alcanzó al festival. La entrada general para el Lolla, que en su primera edición local, en 2014, era de $ 680, ahora es de $ 1.090, y el ticket vip, que hace dos años era de $ 1.500, ahora cuesta casi el doble: $ 2.600 (lejos del escenario, cuenta con áreas de relax, vouchers de comidas/bebidas, actividades exclusivas, baños y guardarropa).
El abono para los dos días es de $ 1.650 el acceso simple y de $ 3.900 el vip, siempre con el simpático Service Charge, que promedia los $ 200. Los menores de diez años entran gratis.
Además de las dos jornadas en el Hipódromo de San Isidro, el Lolla tuvo sus Side Shows: la oportunidad de ver a algunos de los grandes nombres del festival en sus recitales particulares. Así pasaron esta semana por diversos escenarios Noel Gallagher’s High Flying Birds (Luna Park); Marina and the Diamonds (Teatro Vorterix), Of Monsters and Men (Niceto Club), Die Antwoord y Jack Ü (La Rural), Tame Impala & Albert Hammond Jr. (Teatro Vorterix) y Alabama Shakes (Niceto Club).