Hoy, siete días antes de Navidad, se lee el libro de Jeremías (23,58) donde el profeta dice: «Miren que llegan días en que suscitaré de David un vástago legítimo; él reinará como rey prudente, y practicará la justicia y el derecho en la tierra»; y el evangelio de San Mateo (1,18-24) donde el evangelista narra cómo fue la concepción de Jesucristo, por obra del Espíritu Santo.
San Malaquías, profeta. Oriundo de Sofa, en Palestina, vivió en el siglo V antes de Cristo. Perteneció a la tribu de Zabulón y fue el último de los doce profetas menores. Desarrolló su actividad entre los años 450 y 455 antes de Cristo, poco antes de la reforma de Esdras y Nehemías. Los Padres de la Iglesia ven en las profecías de Malaquías el preanuncio del sacrificio de la misa y la llegada del precursor de Jesús:
«He aquí que yo envío a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí». San Graciano, obispo. Vivió en el siglo III. Evangelizó sobre todo en Tours, Francia, donde se lo venera como fundador de la sede episcopal y su primer obispo. Su gobierno pastoral duró cincuenta años. Murió el año 301 y sus reliquias fueron trasladadas a la catedral por San Martín de Tours.