El verano más económico de la historia televisiva argentina

El verano más económico de la historia televisiva argentina El ahorro de los canales resulta en una programación con horas de repeticiones y "latas". De El Zorro en El Trece a los opinadores de América. El verano más económico de la historia televisiva argentina

Por Alfredo Mera | Publicado en la edición impresa de Diario Perfil

El verano de 2016 en los cinco canales de televisión será recordado como el más económico en términos de gastos de su historia. Con menor inversión, una programación que cuesta poco y nada y que deja dinero en publicidad como para equilibrar las cuentas.

La TV de la era Macri arrancó como la economía en general: ajustada, fría y devaluada. La torta publicitaria se achica en paralelo con los números del rating y algo que lejos de solucionar la crisis parece agudizarla. Si tomamos el promedio de cinco febreros atrás, el encendido de los canales de aire líderes cayó más de un 35% y su nivel de audiencia casi iguala a la de la tevé paga (el total acumulado de febrero según Ibope suma 24,1 puntos contra los 23,7 del cable).

En el segundo mes de 2012 Telefe tenía 11 puntos de promedio, seis décimas más que El Trece. En el febrero que acaba de terminar tuvo 8,1 puntos y 6,9 su principal competidor. Ambas emisoras perdieron más de cien mil hogares cada una y son las que más sufrieron la caída. Este verano, como nunca antes, la cantidad de espacios a costo cero (o casi) se reprodujeron en todas las pantallas, pero se acentuaron en el ganador de las mediciones.

Telefe programó de lunes a viernes nueve horas diarias de latas y repeticiones: arranca con La niñera, Avenida Brasil (ahora Imperio, otra novela de Globo), la coreana Escalera al cielo, Dulce amor, Chiquititas y La familia Ingalls, que volvió a ver aire a cuarenta años de su estreno. Lo mismo que pasa en las tardes se da en el horario central. Las turcas Qué culpa tiene Fatmagül y Sila rodean a La Leona, hacen competitivo al canal, pero la cantidad de espectadores baja.

“El camino de las latas profundiza la crisis. La ficción nacional perdió muchísimo espacio. Esto ya ocurrió y siempre va de la mano con las crisis económicas. En esta coyuntura, los productores están cautos porque no hay torta publicitaria. Hoy perder con una ficción representa un impacto difícil de absorber, y si les va mal con una lata no les parece tanto. El problema es que es una espiral descendente, porque esto no está atrayendo a la gente”, explica Leandro Calderone, autor de Guapas y Aliados, entre otros.

Un informe de la Cámara Argentina de Agencias de Medios estima: “Dado que la actividad publicitaria normalmente es un amplificador de las variaciones del PBI, todo parece indicar que estaríamos frente a un año con menor actividad que podría hacer prever una reducción de los volúmenes físicos”.

Calderone opina que “el sector que está consumiendo de otra manera es al que quiere llegar el anunciante. Si no lo busca en la tele, los canales pierden torta publicitaria, por ende no hay plata para producción“. En este panorama, El Trece intenta disimular un poco más el ajuste. Si bien levantaron La mesa está lista, que cambiaron por El Zorro, de Guy Williams, filmado en 1957 y que tuvo 5,8 puntos de rating el jueves pasado, dieron de baja a la repetición de Las mil y una noches, pero en las tardes impuso el estilo América con magazines y panelistas, de bajo presupuesto y programas de juegos en coproducción algunos en el prime time, como Los ocho escalones, Pasapalabra o Como anillo al dedo. Estas producciones son las encargadas de acompañar a la ficción local líder Los ricos no piden permiso, única producción hasta que en abril comienza Silencios de familia, el unitario con Suar y Julieta Díaz, y termina la novela turca Esposa joven. La explicación se la dio Adrián Suar a PERFIL en diciembre pasado: una lata puede costar 7 mil dólares por capítulo y producir 60 mil.

No a las latas baratas. “Los canales no deberían poder traer latas ‘gratis’. No corresponde. Lo que tenemos que lograr es que den trabajo y si traen productos a bajísimo costo va a ser difícil. Esto también tiene que ver con las leyes que tenemos. Si vos pagás dos mangos por una novela extranjera se da algo diferente a lo que pasaría si tuvieras que pagar un canon mucho más alto… Así tal vez se prefiera apostar a una tira local con actores argentinos”, dice Martín Seefeld, actor y productor de La Leona, única ficción local nueva que Telefe programó en lo va del año (para abril se espera el debut de Educando a Nina, con Griselda Siciliani y Esteban Lamothe, y que empiecen con las grabaciones de El gran jugador, con Peter Lanzani, y Amar después de amar, con Mariano Martínez).

Con esta mirada coincide Juan Palomino, secretario adjunto de la Asociación Argentina de Actores: “En el sindicato vamos a estar atentos a esto y tendremos las reuniones que sean necesarias. La deslealtad comercial es una forma de tomar mercados y si eso no está regulado por parte del Estado, estamos en problemas”. Cae mal saber que, por ejemplo, Telefe adquirió tres novelas coreanas (Escalera al cielo, Mirada de ángel y Mis dos estrellas) a bajísimo costo por un acuerdo con Telemundo. Las ficciones orientales ya habían puesto un pie en el país hace un año, cuando la Embajada de Corea cedió sin cargo El jardín secreto a la señal de cable Magazine, y ya comparten espacio con las brasileñas y rivalizan con las aztecas que programa Canal 9 para la primera tarde.

La señal del mexicano Remigio González tiene un 2016 que no escapa a su lógica, y a los enlatados de la tarde le suma a la noche una repetición de El patrón del mal. Otro que se mantiene en su senda histórica es América, con su clásica apuesta de programar actualidad y espectáculos en vivo. Es más, hasta la llegada de Gran Hermano, Intratables pasará a tener ediciones de tres horas y media. Mientras, la TV Pública sigue emitiendo la programación de la era kirchnerista. Variaciones Walsh ya va por su tercera pasada y repitieron La celebración y La casa, y vuelven las tres temporadas de En terapia a la pantalla oficial.

Con producciones baratas y precios altos en tanda, los auspiciantes se repliegan. Alejandra Vázquez, directora de Medios de la agencia TBWA, cuenta que los canales quisieron comenzar el año con fuertes aumentos, pero se dieron cuenta de que la realidad es otra. Para las empresas es ideal otro tipo de comunicación, una que integre a la TV con redes sociales. “Muchas veces las marcas sufren con las decisiones de los canales. La tele también está sufriendo con lo viejo y enlatado, y hoy se está desaprovechando una gran oportunidad de integrar contenidos audiovisuales a todo el sistema… Hoy tenemos la televisión y el rating que pagamos”, asegura.

El Zorro Chiquititas Escalera al cielo Intratables Las mil y una noches Que culpa tiene Fatmagul