El director y dirigente político estrena el próximo jueves El legado, acerca de la herencia ideológica que dejó Juan Domingo Perón.
Hay muchas palabras con las que se define a Perón, su figura y su mito, pero una no muy frecuente la dice Pino Solanas, justo antes del estreno de su nuevo documental, El legado estratégico de Perón. En el film, el senador por Proyecto Sur recicla “20 o 25 horas de audio inédito de Perón. Charlas informales que grabamos junto con Octavio Getino. Tengo muchas cosas sabrosas. Da para hacer una película de cinco o seis horas, pero nadie la soportaría”. Pero aquí, Solanas dialoga “con alguien que no está y que está permanentemente”; esos audios se suman a paseos melancólicos, didácticos y sentidos por la residencia de San Vicente. En esas visitas a San Vicente, funcionando como avatar de Puerta de Hierro, al codirector de La hora de los hornos le “nació la película. Esa casa tenía un valor histórico extraordinario, ya que la construyó Perón con Evita en los 40”.
—Volvés al cine, ¿vas a ser siempre político y cineasta? ¿Qué te trajo la política como práctica y cargo a tu cine?
—Meterse en uno de los intestinos o aparatos digestivos del monstruo es interesante porque lo ves de adentro. Estás frente a la realidad de la burocracia, de los aparatos. Me ha aportado muchísimo. Yo debo el voto a la ciudadanía. Yo logré impulsar treinta y tantos proyectos de ley, generados dialogando con la realidad. Por ejemplo, la ley de pesca, donde hablamos con todos, del Sindicato de Fileteros al constructor de barcos. Es una fuente de conocimiento un cargo así.
—¿Qué cine creés que ve Macri?
—Estoy seguro de que le gusta el cine americano. Aunque no descarto que pueda reírse mucho con la comedia italiana.
—Considerando que hacés documentales políticos desde hace muchos años, ¿cómo ves el montaje actual al que nos ha acostumbrado la TV para mostrar diferentes posiciones sobre Argentina?
—Yo pertenezco a otra generación. Los lenguajes y mecanismos de comunicación actuales son una enorme revolución comunicacional. Quien sepa utilizar muy bien las redes, y sin dejar de tener comunicación directa, puede triunfar.
—¿Estamos discutiendo o no sobre política? ¿Cómo ves la forma actual en que la política aparece en TV, por ejemplo, en “Intratables”?
—En primer lugar, la Argentina se ha degradado mucho; la conciencia nacional se ha degradado mucho, la politización del argentino se ha degradado enormemente. Yo he conocido otras épocas donde había una conciencia y una politización, y a pesar de que no había tantos medios de comunicación había otra conciencia. Quizá la dispersión enorme que crea esa parafernalia, más el descreimiento, más varias décadas de traiciones sucesivas, ha generado una suerte de cultura de la derrota. Por supuesto que hay nichos que no lo son, pero las nuevas generaciones son un poco escépticas. Hay una clase dirigente que no discute la Argentina en el mundo. No hay concepto estratégico. Por eso quise hacer El legado estratégico, es el proyecto de Perón de la unidad nacional, para poder liberarnos del neocolonialismo.
—¿Qué es lo que más te irrita de la Argentina hoy? Lo que te parece inconcebible.
—Inconcebible es que Argentina tenga un millón de desnutridos que no pueden esperar. Este gobierno continúa las políticas de Cristina y Kicillof de subvencionar a las petroleras.