La diva llegó al país y dialogó con los medios que la esperaban en el aeropuerto de San Fernando. Agradeció a todos por las muestras de cariño.
Moria Casán regresó a la Argentina después de estar nueve días presa en la cárcel de mujeres Buen Pastor en Asunción, Paraguay. La “One” se detuvo ante los medios que la esperaban en el aeropuerto de San Fernando, y agradeció el cariño de los argentinos.
La diva regresó al país en un vuelo privado junto a Víctor Stinfale. Matías Morla, otro de sus abogados, los recibió en el aeropuerto.
A pesar de haber estado presa durante más de una semana en Paraguay, la actriz se detuvo a recibir el apoyo de la gente que la esperaba en el lugar, al igual que varios medios.
Consultada sobre la justicia paraguaya, Moria prefirió no hablar, aunque dijo no tener “miedo de nada, solo tengo prevenciones y respeto“.
Luego contó que “voy a pasar Navidad con mi hija, mis nietos y mis amigos en el país que amo”.
“No puedo creer el amor, amor“, remarcó sobre la gente que la bancó durante su estadía en el país vecino.
Al preguntarle cómo ve a los paraguayos ahora, dijo: “Los paraguayos son lo mejor, los conozco porque he hecho teatro allí. Y de la justicia no puedo decir nada. Ellos tienen otras normas, más rigurosas tal vez. lo que si voy a destacara es la actuación de la fiscal paraguaya Genoveva Figueredo, que tuvo una actuación fabulosa”.
Tampoco quiso responder cuando le preguntaron sobre su supuesta “adicción” a diferentes drogas.
Además, habló de las tres reclusas que la acompañaron: “Conmigo estuvieron tres chicas extraordinarias, encantadoras, buena gente. El penal ese es como un convento, tiene una mística diferente. Siempre estuve tranquila, con mucha templanza, creyendo en mí”, resaltó.
“No me interesan los cuestionamientos de la gente ni de los medios. Lo que importa es el fin, ¿dónde estoy? Acá, de eso se trata”, expresó.
“Amo mi país y gracias por el apoyo”, concluyó.