La próxima temporada ya tiene las principales ficciones que buscarán replicar el éxito de la serie de HBO. La creación del director de Taxi Driver junto a Mick Jagger promete ser la revelación del año. El regreso de The X-Files, su principal contendiente.
No hay dudas: si 2015 fue el año donde finalmente The Walking Dead declaró, con su lanzamiento en el Madison Square Garden, su dominio en el terreno de las series modernas (liderazgo en ratings, no tan mal en críticas y un público fanático que la convirtió en una franquicia que gana miles de millones), la nueva televisión está buscando, firme y plural, “la nueva The Walking Dead”. O su nueva Game of Thrones. No es que todo vaya a circunscribirse al modelo de los zombies y la fantasía heroica, pero lo cierto es que su éxito ha modificado los ojos con los que se ven incursiones en géneros que solían responder a intereses y circuitos de circulación que podrían definirse como clase B.
De por sí, la ficción que todos esperan, la que directamente apela a esa mezcla de nostalgia y celebración de clásicos que está generando la nueva televisión, es el regreso de The X Files, la mítica serie que refundó el interés en el género. Con estreno en enero por FOX, vuelve con su famoso showrunner, Chris Carter, y su clásica pareja, David Duchovny (como Mulder) y Gillian Anderson (como Scully). Carter le dijo en exclusiva a PERFIL: “Es entendible que la gente quiera a sus clásicos de vuelta. Siempre hacer televisión fue una pelea creativa, y ahora esa idea se dio vuelta: te buscan, te piden, tu creatividad tiene valor. Todos quieren revivir sus series. Todos quieren crear. Suena muy divertido. Nunca soñamos volver como estrellas de rock. El pop es ahora la estrella de rock. Y las historias: la gente quiere historias, no solamente efectos especiales gigantes”.
La apuesta elegante, a lo Game of Thrones, viene de la mano de HBO con Westworld, una adaptación del film de Michael Crichton de 1973. La serie posee como protagonista a Anthony Hopkins, interpretando a un inventor dueño de un parque de diversiones donde robots permiten que los seres humanos puedan cumplir sus más salvajes fantasías. Claro: las cosas salen mal y los robots comienzan a destruir el parque en cuestión. El imaginario de western sci-fi es la clave y ya ha despertado la polémica: los extras del show han tenido que firmar contratos donde se habla de desnudez genital. Se estrena en la primera mitad de 2016 y también cuenta con Ed Harris.
La gran apuesta de AMC, cadena responsable de The Walking Dead, es Preacher, un clásico de la historieta adulta de los 90, donde un predicador, Jesse Custer, adquiere un poder conocido como “La voz de Dios” y comienza, junto a su ex pareja y a un vampiro, la cacería de… Dios, que se fugó y dejó el mundo a la deriva. Violenta, divertida, dueña de personajes realmente fascinantes (Arseface, un joven grunge que fracasó en un suicidio y su cara parece un trasero). Si hay una serie que tiene chances de ser la nueva TWD, realmente es la producida por Seth Rogen.
La niña bonita es una serie creada nada menos que por Martin Scorsese y Mick Jagger: Vinyl, de HBO, es la serie más esperada en términos a lo True Detective o The Knick. Televisión de autor en estado puro. La historia que se estrena en febrero de 2016 está ambientada en los 70, en el mundo de la música y su industria (el protagonista es un ejecutivo a cargo de una discográfica, interpretado por Bobby Cannavale). Nueva York en los 70, drogas y sexo, el surgimiento del rap y el punk, la música disco, suenan a una serie perfecta para los mejores vicios de Scorsese como creador. El showrunner será nada menos que Terrence Winter, que ha trabajado en Boardwalk Empire y The Sopranos.
Obviamente, hay una veta que cada vez viene ganando más espacios en la TV: los superhéroes. Desde el éxito sostenido de The Flash, junto con los números potentes de Arrow y Supergirl, es decir, las series de Warner con personajes de DC Comics (dueña de Batman, Superman y Wonder Woman, entre otros), es lógico que ya se haya programado un nuevo show.
Legends of Tomorrow trae una dinámica popular en el género (la del supergrupo que aúna diferentes nombres) finalmente a la televisión. Es más, es la apuesta más sincera de Warner por replicar, como viene haciendo, los modos de folletín y la ligereza que nunca aparece del todo en la adaptación del cómic al cine. Entre los rumores y alteraciones al género súper, está Krypton, desarrollada por ScyFy, y que mezclaría el planeta de origen de Superman con una idea de drama y de narración más cercana a Game of Thrones. La otra serie superheroica viene por la veta realista, urbana y oscura que Netflix ha descubierto con Daredevil y afianzará en breve con Jessica Jones: se llama Luke Cage y será la primera serie de superhéroes con un protagonista de color. También tendrá lugar, como las otras dos, en Nueva York, y promete una crudeza que no poseen los primos súper del cine. Por el lado del terror, habrá que prestarle atención a Outcast, de Robert Kirkman, creador de The Walking Dead.
A nivel drama adulto, pocas tan anticipadas como American Crime Story, de FX, que centrará cada una de sus temporadas en casos criminales muy famosos. La primera, por ejemplo, narrará el juicio de O.J. Simpson y cuenta con nombres de la talla de John Travolta. Otra que se pone seria es Jennifer Lopez, en NBC con Shades of Blue, un drama policial, del FBI. Más en la veta Los juegos del hambre está The Shannara Chronicles, de MTV, basada en los populares libros y apuntando al público young adult. Otro show que apunta a esa parcela tan fuerte a nivel demográfico a la hora del consumo es Shadowhunters, basada en los libros de Cassandra Clare, que ya ha tenido su adaptación al cine. Otra serie que viene generando rumores, sobre todo por su particular forma de ser exhibida, es Angie Tribeca, con Rashida Jones y creada por el actor Steve Carrell y Nancy Carrell, que ya ha sido confirmada por diez temporadas (cada capítulo será una temporada, marcando el tono cómico del asunto).
La temporada 2015-2016 todavía no ha visto todos sus estrenos y ya hay decenas de nombres en línea para ser la próxima gran serie. No hay dudas: la televisión nunca vivió un momento así.