Desde el Bloque de Senadores del PJ Entre Ríos enviaron un comunicado sobre la crisis actual, caracterizada por la precarización, la pérdida de poder adquisitivo y una gestión insensible. Ante esto, proponen construir un nuevo proyecto de país que no repita el pasado ni perpetúe el presente, sino que sea sustentable, justo, viable y participativo.

A continuación, el comunicado:
«“No hay un camino hacia la paz. La paz es el camino”. La frase de Gandhi, que algunos quizás puedan ver como ingenua, es profundamente sensata y valiente. Nunca la violencia es la respuesta ni el camino, salvo que se quiera transitar la vía hacia un infierno social, donde siempre, inevitablemente, quienes más sufren son las personas más vulnerables, las más débiles.
La imagen de una anciana cayendo al piso inconsciente tras el salvaje e injustificable golpe de un integrante de fuerzas de “seguridad”. La grabación del fotógrafo que recibe un impacto de arma directo por el “pecado” de estar cumpliendo con su trabajo periodístico (y tan grave como ello, la máxima responsable de seguridad del país descalificándolo por sus supuestas ideas políticas, como si eso legitimara el disparo directo contra un fotógrafo).
La detención de niños que salían de la escuela, tratados como “terroristas”. El vocero presidencial publicando una evidente “fake new” para acusar falsamente a una fuerza política de los hechos de ayer. Los videos ciudadanos que muestran una cacería de personas para justificar una violencia que fue, evidentemente, planificada, anunciada y provocada con mañas conocidas de “servicios” de cuarta categoría (tales como el patrullero incendiado, el volquete con piedras en las cercanías, y tantas otras pruebas que abundan y que se están publicando en los escasos medios decentes y dignos que decidieron no ser cómplices del aparato de engaño coordinado desde el gobierno nacional).
Son tantas las escenas que provocan indignación, que debemos hacer un alto en el análisis, para reflexionar, para no dejarnos llevar por la sangre que hierve en nuestras venas, en quienes, desde hace mucho, tenemos un compromiso con nuestros adultos mayores, jubilados y jubiladas, maltratados, olvidados, convertidos en “variable de ajuste” de un gobierno que cada vez nos llena más de vergüenza mundial.
Quienes tenemos una responsabilidad electiva no podemos permanecer callados frente a todo esto, pero tampoco debemos contribuir a echar nafta al fuego producido por la irresponsabilidad de quienes tienen la mayor responsabilidad en la “cosa pública”.
Al mismo tiempo tenemos la obligación de señalar que hay un contexto cuya gravedad no admite dilaciones: la marcha que ayer fue noticia por la violencia y la represión, tiene en su origen jubilaciones de 280 mil pesos, un bono congelado de 79 mil pesos para la mínima, los impiadosos recortes en medicamentos que generan que muchas personas jubiladas no puedan seguir comprándolos, mientras la canasta básica supera el millón de pesos.
Ese alto reflexivo es imprescindible para que la indignación no nos haga caer en posiciones y acciones tan indignas que se conviertan en reflejo de la indignidad del Gobierno. Un Gobierno que carece de límites y que genera una mayor violencia todavía, con expresiones destempladas e irracionales. Empezando por el Presidente, cuyo estado mental preocupa a quienes seguimos con atención su inédita agresión permanente a quienes opinan diferente, aún si se trata de personas que hasta hace poco estaban en su entorno.
Hace muchos años dijo Eduardo Galeano: “Yo aprendí que en el mundo hay indignos e indignados, y yo estoy siempre con los indignados”. Ese sentimiento, que compartimos profundamente, no obstante, debemos controlarlo. La indignación no es buena consejera, nunca. Tanto, que fue la indignación (con razones muy valederas) la que llevó al Gobierno a esta inconcebible “coalición” que hoy administra ya no con insensibilidad, sino con crueldad, lo que es de todos, en beneficio de muy pocos, y que en estos mismos días vuelve a comprometer el presente y el futuro de nuestra gente, con un endeudamiento insólito que agrava aquel que fue causado por el mismo que hoy ocupa el Ministerio de Economía.
En este panorama, es imprescindible que hagamos ese alto reflexivo. Parafraseando al poeta Vicente Luy, debemos convertir nuestra indignación en otra cosa, debemos ponerla al servicio del bien común. Por eso instamos a los legisladores y dirigentes nacionales, en especial a los que representan el PJ, a llevar a cabo acciones contundentes para evitar que estas escenas lamentables y avergonzantes se repitan
Tenemos que ser capaces de dialogar entre quienes queremos un país diferente, para avanzar hacia otro rumbo, que no aspire a regresar al pasado (cosa imposible porque el tiempo no retrocede) y que sea claramente contrapuesto al que nos ha llevado a esta gravísima tragedia económico-social y política donde la mitad de la población se encuentra excluida y acorralada, debatiéndose en la miseria, el desempleo, la desesperanza, y por eso ya no cree en los valores que alguna vez caracterizaron a la democracia argentina. Necesitamos marcar un nuevo rumbo, a partir del diseño de un proyecto nacional y provincial, que sea ambientalmente sustentable, socialmente justo, económicamente viable y políticamente participativo, y donde ningún argentino vea a otro argentino como su enemigo mortal», finaliza el comunicado enviado por los Senadores del PJ Entre Ríos.