El ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado ante agentes del mercado de capitales que esperaba una desaceleración tras el 4,6% que había marcado el IPC de junio. En los primeros 7 meses de 2024 ya subió un 87%.
La inflación llegó al 4% en julio y aumentó un 263,4% en el último año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
De esa forma, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un incremento un 87% en los primeros 7 meses del año.
En el caso de los alimentos y bebidas, el incremento de los precios fue del 3,2% el mes pasado y del 76% en lo que va del año.
El índice publicado este miércoles sigue al 4,6% que había anotado en junio, en lo que fue la primera aceleración de los datos mensuales desde el cambio de Gobierno.
Previo a esa escalada, el IPC había marcado 4,2% en mayo, 8,8% en abril, 11% en marzo, 13,2% en febrero, 20,6% en enero y el récord de los últimos 30 años de 25,5% del último mes del año pasado.
El dato de julio compara con previsiones que esperaban que el Índice de Precios al Consumidor se ubicaría en torno al 3,9% según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Es decir, se esperaba una desaceleración respecto del 4,6% de junio, sino también sería inferior al 4,2% de mayo y que fuera el mejor dato mensual desde que Javier Milei ocupa la Casa Rosada.
Por otra parte, el dato de inflación interanual de julio (263,4%) marca un sendero descendente desde el pico de 289,4% en abril, con caídas en mayo al 276,4% y en junio al 271,5%.
Previamente existía un antecedente que hacía prever una cifra más alta. La Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires había registrado en julio una inflación del 5,1%, tres décimas más que el mes anterior.
Pero la capacidad del IPC porteño para predecir el dato de inflación nacional es limitada. Eso se debe a que el índice que elabora la Ciudad de Buenos Aires otorga un mayor “peso” a los servicios que el Indec, cuya canasta tiene mucha más incidencia de bienes, y eso puede generar una diferencia a la hora de ver el resultado a nivel nacional.
El ministro de Economía, Luis Caputo, había afirmado en un encuentro con agentes del mercado a fines de julio que la inflación continuaría en el sendero descendente y que “julio tendrá la inflación más baja en lo que va del año”.
“Lo más difícil ya se hizo y hoy tenemos superávit fiscal, cuasi fiscal y energético y hay créditos hipotecarios. Julio va a tener la inflación más baja en lo que va del año y la economía está empezando a crecer”, dijo el ministro en esa oportunidad.
Más allá de estos aspectos estadísticos, el vocero presidencial Manuel Adorni había destacado ayer que “la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla”.
“Para nosotros la inflación es un tema que. desde lo técnico está terminado, porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla, lo que queda es tiempo, para ir viendo esa inflación derrumbarse”, dijo el vocero en conferencia de prensa.