En el interior de un vehículo que cruzaba de Concordia a Salto, personal de aduana encontró bolsas que contenían más de 350 prendas de vestir y un cajón de madera de tres pisos con 77 aves. Reina mora, cardenal amarillo y soldadito común, especies de aves muy traficadas –cuyo estado de conservación tanto en Uruguay como Argentina es casi amenazado– que viajaban escondidas y hacinadas posiblemente para su posterior comercialización.
El pasado lunes en horas de la noche, Salto volvió a ser testigo de contrabando y tráfico de fauna. En procedimiento realizado por Jefatura de Policía de Salto, sobre las 22.40 del lunes, se interceptó un vehículo procedente de Concordia, conducido por un ciudadano argentino de 53 años, informó El Telégrafo.
“Al realizar una revisión, se divisa a simple vista 5 bultos en nylon negro, donde se llegó a ver lo que sería ropa. Además, se localizó un cajón de madera con triple piso conteniendo animales (pájaros)”.
Ropa y cardenales amarillos
Según pudo saber El Telégrafo, se estaba investigando que podrían intentar cruzar desde Concordia vehículos en infracción aduanera, por lo que se instaló un puesto de observación en Salto Grande. Fue así como a la altura de Avenida Apolón y Avenida Rodó, uno de los autos fue detenido y procedieron a revisarlo.
En su interior encontraron bolsas que contenían más de 350 prendas de vestir y un cajón de madera de tres pisos con 77 aves. Reina mora, cardenal amarillo y soldadito común, especies de aves muy traficadas –cuyo estado de conservación tanto en Uruguay como Argentina es casi amenazado– que viajaban escondidas y hacinadas posiblemente para su posterior comercialización.
Inmediatamente concurrió personal de Aduana y Barrera Sanitaria para realizar el conteo de mercadería, traslado del vehículo y de las aves, que según pudo averiguar El Telégrafo fueron llevadas a una reserva en Uruguay.