En el allanamiento a la vivienda del acusado, secuestraron varios teléfonos celulares, DVR, una máquina cuenta billetes, documentación varia, dinero en efectivo y un Chevrolet Cruze; son 23 las víctimas por perjuicios económicos.
Detuvieron e imputaron por 23 hechos a acusado por millonaria estafa en Chajarí; ocurrió este fin de semana luego de que el denunciado prestara declaración ante la Fiscalía, tras un allanamiento desarrollado el jueves en un barrio privado ubicado a la vera de la Autovía Artigas. Se trata de Enzo Capovilla, oriundo de Villa del Rosario, publicó Chajarí al día.
La investigación surgió a fines de marzo, con la presentación, en principio, de una mujer que expuso haber sido estafada, siendo intermediaria, de otras personas que también fueron víctimas del mismo supuesto delito. Desde entonces, en la comisaría de Chajarí se presentaron más de 15 denuncias de damnificados, quienes habrían entregado dinero para la compra de distintos bienes, incluso de vehículos, según trascendió.
Capovilla fue allanado el jueves en su casa ubicada en un barrio privado -denominado Nort Ville- ubicado a la vera de la Autovía Artigas; en el procedimiento, secuestraron varios teléfonos celulares, DVR, una máquina cuenta billetes, documentación varia, dinero en efectivo y un vehículo Chevrolet Cruze.
Tras haber sido alojado en la comisaría Nº1 de Chajarí, el acusado fue trasladado a los Tribunales Judiciales de la localidad, donde prestó declaración por su vinculación con la causa iniciada por estafar a un total de 23 vecinos de la zona.
Sobre la estafa en cadena
Una mujer se presentó en marzo en la Comisaría de Chajarí radicando una denuncia por una estafa que rondaría los 70.000 dólares. Según expuso, ella vendía productos importados, en su mayoría motos y teléfonos, también vehículos, con la promesa que un contacto que tenía en la aduana permitiría que el producto llegue a la ciudad.
Después que la mujer radicó la denuncia, más de diez personas se presentaron en la sede policial y la denunciaron ya que les vendió productos y nunca los recibieron. Entre los objetos ofrecidos hay un menú diverso, desde un reloj importado adquirido por la esposa de un importante empresario local, en más de 10 mil dólares, pieza que nunca apareció, celulares a 500 dólares y motos a un precio de 500 dólares, siendo que en el mercado local no se consiguen por menos de 2500 en moneda estadounidense.
El ofrecimiento “estrella” fue una “camioneta importada” por la cual el damnificado aportó unos 20 mil dólares, le pidieron una espera de 15 días para entregársela y tampoco nunca apareció.
Otro caso paradigmático es el de un damnificado que había cobrado unos 27 mil dólares, producto de una transacción comercial, que los tenía “debajo del colchón” y que fueron aportados (aparentemente por un familiar) para la instalación de un emprendimiento, pero ese negocio se trataba básicamente de otra estafa.