Concepción del Uruguay volvió a demostrar –cabalmente- su poder de convocatoria ratificada por una extraordinaria concurrencia de público que colmó el Parque Autódromo Municipal, para la sexta fecha del Turismo Carretera, la categoría más antigua de todo el mundo.
Pese a la pertinaz lluvia caída en los días previos y las invernales jornadas del fin de semana, el entusiasmo promovido por la competencia quedó palmariamente demostrado en la caravana de aficionados que allí se congregaron.
Bien a la tradición del TC, días antes las peñas sectorizaban espacios del acceso y el viernes se podían apreciar largas filas en las banquinas, aguardando la autorización para acceder a la pista, equipados de todos los elementos necesarios para acampar.
El joven piloto bonaerense, Germán Todino, volvió a ganar en Concepción del Uruguay. Es un detalle para la crónica y la estadística, lo cierto es que la ciudad ratificó su condición “fierrera”, enlazada a su rica historia que le otorgan las antiguas categorías zonales.
El público uruguayense tuvo la oportunidad de alentar a Nicolás Bonelli, que representa la herencia de quienes popularizaran y dieran vida al gran fenómeno que significó en la década del 70 la Fórmula Entrerriana.
El paisaje se repitió. Y al igual que en aquellas viejas contiendas, el Autódromo ofreció un escenario de carpas, vehículos, andamios y el aroma a asado que le da tanto sentido social como deportivo a la propuesta.
Y aunque parezca un acontecimiento centrado en el propio lugar de los hechos, la ciudad tuvo el estímulo de una presencia que no resultó indiferente, con un movimiento destacable en su actividad gastronómica y de hospedaje.
El 18 de mayo de 2014, con un marco idéntico se inauguraba la flamante pista. El pasado domingo, el intendente José Eduardo Lauritto, el gobernador Rogelio Frigerio, el presidente de Río Uruguay Seguros Juan Carlos Godoy, el presidente de la Comisión del Autódromo Julián Forclaz, y el presidente de la ACTC Hugo Mazzacane, recobraban aquel acontecimiento.
Diez años de trabajo de las autoridades que administran la pista dieron sus frutos. Se trata de una obra silenciosa que ha permitido mantener vigente la pasión automovilística de nuestra comunidad.
El TC es el gran espectáculo que, al menos, una vez al año nos visita para revalidar sus pergaminos de máxima popularidad. Pero infinidad de categorías nacionales y zonales han encontrado aquí un escenario acorde a sus exigencias. Es la obra de muchas personas que anónimamente ponen el hombro.
No debe sorprender, entonces, que durante las últimas horas los medios de todo el país hayan dedicado amplios espacios a la fiesta del TC en Concepción del Uruguay, con especial hincapié en la multitudinaria asistencia.
Significa el logro de toda una comunidad y la mejor evidencia de que se transita por la senda correcta.