A los 35 años y después de haber triunfado en el fútbol europeo y brillado con la camiseta de la Selección Argentina, Éver Banega pega la vuelta y se reencuentra con su primer y gran amor: Newell’s Old Boys.
El mediocampista logró desvincularse del Al Shabab árabe, tras haber jugado cuatro temporadas allí y donde todavía tenía contrato vigente. Pero su deseo de volver al país y las puertas del Parque de la Independencia abiertas de par de par fueron suficientes para concretar el regreso, en el firmó un contrato de dos años hasta el 31 de diciembre de 2025 y donde usará la camiseta número 10.
Es cierto que la historia profesional de Éver y su explosión están estrechamente vinculadas a Boca Juniors, donde hizo parte de las Inferiores y debutó oficialmente en febrero de 2007, bajo el mando de Miguel Ángel Russo. Con la camiseta azul y oro levantó la CONMEBOL Libertadores 2007, la última del Xeneize hasta ahora. Y luego llegó el salto a Europa.
La gente de Boca se ilusionó con Banega, pero para el rosarino pesó más su sentimiento hacia Newell’s.
Leproso desde la cuna, el sueño de calzarse la casaca rojinegra se hizo esperar, porque empezó jugando en Alianza Sport de Rosario, club rival del Grandoli, donde por ese entonces estaba un tal Lionel Messi. Y les tocó cruzarse varias veces. Más tarde, se sumó a las inferiores de Newell’s, pero Jorge Griffa se lo llevó a Boca para finalizar la etapa formativa.
En el 2007, fue comprado por el Valencia por 26 millones de dólares, lo que en ese momento fue la tercera venta más cara del fútbol argentino, detrás de la de Sergio Agüero y Fernando Gago. Levantó una Copa del Rey, antes de ser cedido a Atlético de Madrid, Sevilla (en dos etapas) donde conquistó la UEFA Europa League tres veces (2015, 2016 y 2020).
En el 2014 hizo un alto en travesía europea para, finalmente, cumplir su sueño de ser jugador de Newell’s. Fueron apenas unos meses a préstamo, con 20 partidos y 1 gol. El debut fue, nada menos que, contra Boca el 9 de febrero, por el Torneo Final.
Su último tramo en Europa lo paseó por Sevilla e Inter de Milán, antes de partir hacia Arabia en el 2020, desde el club español.
Con la Selección Argentina, fue campeón mundial Sub 20 en 2007 y olímpico en 2008. Y con la mayor disputó la Copa del Mundo de 2018.
17 años después de haber tomado ese primer avión rumbo a Europa y a una década de haberse calzado la camiseta rojinegra por primer vez, Éver, igual que como alguna vez lo hicieron Gerardo Martino, Maximiliano Rodríguez, Ignacio Scocco, Lucas Bernardi y Gabriel Heinze, retorna al club de sus amores para ponerle un broche de oro a su carrera y para darle a Newell’s un salto de categoría.