El Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay declaró en rebeldía y ordenó la captura de una mujer que se encontraba procesada, a su vez, por haber ayudado a escapar a una condenada por narcotráfico que luego fue atrapada en Buenos Aires.
La jueza Mariela Emilce Rojas emitió la resolución y cursó notas al Departamento Interpol de la Policía Federal, al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales del Ministerio de Seguridad de la Nación y a la Policía de Entre Ríos para informar sobre la situación en que se encuentra María Fernanda Larrea, imputada por el delito de “Favorecimiento de evasión”.
Asimismo, autorizó la publicación de la orden de detención en el acceso público “Wanted Persons” del sitio web www.interpol.int y anticipó que requerirá su extradición por la vía diplomática en caso de ser detenida fuera del país.
El pasado 25 de agosto, la delegación uruguayense de la fuerza federal concurrió al domicilio de esa ciudad donde debía encontrarse Larrea -quien gozaba de exención de prisión- a fin de extraerle cinco juegos de fichas dactilares y efectuar un pormenorizado informe de vida y costumbres, pero no se encontraba en el lugar y un vecino de la casa de al lado dijo que no la conocía.
Se pudo averiguar que el último domicilio de la mujer era en la localidad bonaerense de Dock Sud. El 17 de septiembre, personal de la División Unidad Operativa Federal Avellaneda de la Federal se constituyó en esa dirección y atendió un hombre que dijo ser el primo de la procesada, que hacía tres meses se había mudado a Entre Ríos y no había vuelto a tener contacto con ella.
Luego, el 25 de septiembre, el tribunal intimó a la defensa a aportar el domicilio actual de la imputada, bajo apercibimiento de decretar su rebeldía y captura. Sin embargo, pasaron los días y no se recibió la información requerida.
En definitiva, la jueza Rojas entendió que Larrea había incumplido las reglas de conducta -entre otras, no ausentarse del domicilio fijado de manera prolongada sin previa autorización-, ante lo cual la declaró en rebeldía y ordenó su captura nacional e internacional.
La primera fuga
El 2 de marzo de 2021, a las 15.25, María Pascuala Brondani, representante del área de prisiones domiciliarias del Patronato de Liberados de Entre Ríos, se presentó en un domicilio de “La histórica” a realizar la visita de rutina a la detenida Daniela Carina Samiz, condenada por narcotráfico, quien se encontraba gozando del beneficio de prisión domiciliaria.
Atendió Larrea, quien dijo que Samiz se estaba bañando. La funcionaria esperó unos minutos e ingresó a la vivienda. Entonces, Larrea admitió que Samiz no estaba en el lugar, que había salido a “hacerse los pies” y le había dejado los hijos para que se los cuidase. Antes de irse, le había colocado la pulsera electrónica.
Brondani confirmó que Larrea tenía puesta la pulsera de Samiz. Dos horas después, además, personal del Ministerio de Justicia de la Nación constató que el dispositivo electrónico en cuestión “no detectaba cuerpo” y efectivos de la Policía también confirmaron que la condenada por narcotráfico no estaba en el lugar. Hicieron un allanamiento y encontraron la tobillera sobre una cama y el dispositivo electrónico de control domiciliario arriba de un ropero. Fue por esto que procesaron a Larrea.
En septiembre del mismo año, una vecina de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, denunció un robo en un departamento que utilizaba como depósito de su emprendimiento de venta de lencería. Le sustrajeron prendas varias, un amplificador, un ukulele, una guitarra eléctrica, un teclado y dos bicicletas.
Buscando los elementos, en un allanamiento encontraron a una mujer armada con una escopeta lista para ser utilizada. Al proceder a la identificación, constataron que era Samiz, que así pudo ser detenida.