El cabo primero de la Policía de Entre Ríos que el lunes a la madrugada tomó como rehenes a sus cinco hijos de entre 4 y 12 años y amenazó con matarlos con una cuchilla, en medio de una violenta agresión a su mujer, fue imputado de privación ilegítima de la libertad y quedó detenido, a disposición de la Justicia. El suboficial
cuyos datos se pidió que reserven para preservar la identidad de los menores, discutió con su mujer, y la echó de la vivienda de calle Ezpeleta de esta capital entrerriana, para luego colocarse un chaleco antibalas, tomar una cuchilla y un arma de fuego que no sería la reglamentaria, para amenazar con matar a sus cinco hijos.
Recién pasadas las 3 del pasado lunes, y gracias a la intervención de una psicóloga de la Policía, el funcionario liberó a los chicos, y salió de la casa sin armas, para entregarse a sus camaradas. El juez de Instrucción Alejandro Grippo dispuso el traslado del policía, esa misma madrugada, a la Alcaidía de Tribunales. Este lunes, lo indagó por el presunto delito de privación ilegítima de la libertad, y le denegó la excarcelación, por lo que el suboficial quedará en prisión preventiva hasta que se resuelva la situación procesal, explicaron fuentes del Poder Judicial. Ayer, trascendió que el cabo habría tenido antecedentes de violencia familiar, y que incluso podría haber violado una medida cautelar de restricción de acercamiento a su mujer e hijos. Sin embargo, desde la propia Policía se descartó esa posibilidad, aunque se informó que hay constancias de denuncias y exposiciones de la mujer del suboficial por agresiones anteriores.