El equipo de Bajo Llave 929, con el cheff entrerriano Enrique Sobral y el cheff misionero César Lizarraga, se alzó con uno de los premios más importantes del país.
Anoche viernes 8 de septiembre, se anunció en el Hotel Alvear Palace de Buenos Aires, el ganador de la Quinta Edición del Prix Baron B – Edition Cuisine, uno de los certámenes más importantes de la gastronomía argentina y que tiene como juez principal al reconocido cheff argentino Mauro Colagreco, dueño del mejor restaurante del mundo.
Luego de la degustación de platos, el máximo galardón 2023 con el corcho de oro fue para Ánima, un pequeño restaurante emplazado en la reserva El Trébol en el Circuito Chico de Bariloche en la provincia de Río Negro, comandado por la pareja conformada por Emanuel Yañez García y Florencia Lafalla.
Mientras que Bajo Llave 929, de Enrique Sobral, un restaurante a puertas cerradas de Concepción del Uruguay que busca difundir los sabores, los aromas y los colores de la Mesopotamia, se alzó con el Corcho de Plata.
El equipo del entrerriano Enrique “Quique” Sobral, quien fue el chef principal contó con la participación del cheff misionero César Lizarraga, quien actualmente vive y trabaja en Colón, Entre Ríos.
Los finalistas fueron seleccionados entre los más de 100 inscriptos, un nuevo récord de participantes en la historia de este concurso, que nació en 2018, con el objetivo de reconocer cada año a los mejores emprendimientos gastronómicos del país por su excelencia y visión transformadora en sintonía con el medioambiente, destacando aquellos con programas integrales, que trabajan con productores locales, ayudando a crecer las economías de sus regiones y la gastronomía argentina en general.
Bajo Llave 929
Bajo Llave 929 es un proyecto de Concepción del Uruguay, liderado por Enrique “Quique” Sobral. Profesional gastronómico del Instituto Argentino de Gastronomía nacido en Gualeguaychú, que tuvo la oportunidad de perfeccionarse en El Bulli Hotel – Sanlúcar La Mayor, en España y ha trabajado en la Costa Atlántica, la Patagonia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Abierto en 2017, propone una experiencia gastronómica a puertas cerradas con la que busca expresar, a través de su cocina, la riqueza y la diversidad cultural de la región. En su espacio convergen la riqueza mesopotámica y la excelencia de sus productores, que se ve representada en su cocina y en la camaradería y calidez de los habitantes, compartiendo sus historias de vida con los comensales.
“Durante décadas se dejaron de lado aspectos fundamentales de la cultura mesopotámica como los sabores de la tierra, la excelencia artesanal de sus productores, la calidad de las materias primas y la calidez de su gente. Esto me motivó a llevar adelante este proyecto gastronómico. Trabajo con productores regionales, lo que me permite conocer sus formas de producción, los espacios y las condiciones de trabajo, también la calidad y trazabilidad de sus productos. Utilizo hierbas silvestres de nuestra propia huerta orgánica”, detalló el cocinero.
El legado chaná, charrúa y guaraní es parte de su esencia, ya que de ellos aprendió la importancia del cuidado de la tierra y la riqueza de la biodiversidad de la región. Por eso, trabaja con pescadores y recolectores artesanales, que día a día honran la memoria de sus ancestros. El plato propuesto fue Alquimia de Entre Ríos; una tararira al vapor, perfumada con yerba mate y citrus, con aire de miel y marcela, salsa de maíz y espuma de boniato, sobre una tierra de pecan y yatay, con un huevo de codorniz ahumado en nogal.
“La experiencia fue muy linda, la pasamos muy bien, si bien nosotros representamos a Entre Ríos, la idea fue mostrar la riquísima gastronomía que tenemos en la Mesopotamia, con esos sabores único, que vienen desde los pueblos originarios. Tratamos de presentar un plato con productos y sabores de toda la región. La pasamos muy bien, se disfrutó mucho, pudimos mostrar nuestra identidad”, resaltó Sobral.
“Conté con la ayuda de César (Lizarraga), que es un amigo y un gran profesional que me ayudó muchísimo en organizar y presentar los platos. Yo como responsable del grupo tenía que estar en los detalles finales, los requerimientos del jurado, así que tuve un asistente de lujo. Esto va a servir para potenciar la gastronomía de toda la Mesopotamia Argentina”, agregó el entrerriano.
“Feliz una gran experiencia, un evento único que nos compromete aún más para potenciar nuestra gastronomía y sabores de la Mesopotamia. Si bien hoy vivo en Colón, por mis venas corre yerba mate y tierra colorada, donde me crie”, resaltó César Lizarraga.
“Estuve en Misiones con la ‘Expo de Orillando’ y también en la ‘Expo Eldorado’ siempre con Gaby Machel y cada vez que puedo trato de pegarme una vuelta por mí provincia. Ojalá podamos ir pronto con Quique para poder mostrar el plato finalista y algún otro plato que nos inspire la tierra colorada”, finalizó Lizarraga.
Jurado de lujo
Tanto los tres proyectos finalistas como el premio mayor, conocido hoy, fueron decisión de un jurado de excelencia, encabezado por Mauro Colagreco, como presidente. El afamado chef argentino es ganador de seis estrellas Michelin, tres por su multipremiado restaurante Mirazur, en en la ciudad de Menton, Francia; una por su nuevo espacio, Ceto, ubicado en la localidad de Roquebrune-Cap-Martin, también en la Costa Azul francesa; y otras dos por Côte, en Bangkok; y The K, en Suiza.
Además, el jurado estuvo compuesto por la chef brasileña Manoella “Manu” Buffara, distinguida como la Mejor Chef Femenina en Latinoamérica en 2022; el reconocido empresario gastronómico y sommelier Pablo Rivero, creador de Don Julio y El Preferido; y Martín Molteni, dueño de Pura Tierra y pionero en la gastronomía autóctona de alta gama, quienes evaluaron todos los proyectos inscriptos.
Esta iniciativa de Baron B ha fomentado en los últimos años la alta gastronomía en todos los rincones del país. Y no solo se han destacado los 5 ganadores o los 15 finalistas desde la primera edición del concurso, sino también los más de 300 establecimientos, a lo largo y ancho de la Argentina, que han participado del certamen, demostrando una visión más sustentable e integradora de la cocina. Esto se suma a la llegada de la Guía Michelin a la Argentina, el primer país de habla hispana de Sudamérica destacado en la historia de la prestigiosa publicación. Por lo tanto, esto no solo pone de manifiesto el alto nivel de la cocina local en las grandes urbes, sino también en pequeñas ciudades de todas las provincias, con destinos gastronómicos que vale la pena conocer.
La pareja ganadora fue distinguida con un corcho bañado en oro tallado por el orfebre argentino, Juan Carlos Pallarols. Además, viajará a Francia para realizar una pasantía de una semana en Mirazur, el mejor restaurante del mundo, de la mano de Mauro Colagreco. Los organizadores también entregaron un premio económico, tanto a la iniciativa ganadora como a las otras dos que llegaron a la final.