El ingreso de Pablo Solari destrabó el ataque de un insistente River Plate, que reaccionó a tiempo y le dio vuelta a Inter de Porto Alegre el partido de ida de los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores en el Estadio Monumental.
El encuentro, que contó con transmisión de Star+, tuvo dos partidos distintos: un primer tiempo cerrado, con el conjunto brasileño anulando las virtudes de los de Núñez y llevándose una agónica victoria (parcial) gracias al gol de Enner Valencia, y una segunda etapa dominada ampliamente por los de la banda roja, que presionaron en toda la cancha y, a partir del ingreso del Pibe, que marcó un doblete, justificaron un triunfo que deja la serie abierta.
En el marco de unos primeros 45′ muy parejos, coperos, el dominio inicial del Millonario se fue diluyendo con el correr de los minutos. Si bien Inter, a partir de una presión alta, lejos de su arco, le cedió la iniciativa, el local se topó en reiteradas ocasiones con un bloque central bien ubicado y compacto.
La falta de claridad de los volantes de River, fundamentales en el juego fluido del equipo de Demichelis, fue emparejando las acciones, y las aproximaciones del primer tramo del encuentro también fueron quedando en el camino.
Justamente por De la Cruz, uno de los mejores de River en el semestre, pasó todo lo bueno del equipo, que estuvo cerca de convertir con un tiro bien marcado del uruguayo y mediante un centro raso de Nacho Fernández que Beltrán no alcanzó a conectar.
El elenco gaúcho de Eduardo Coudet, congestionando más la zona central y asegurándose de no dejar prosperar al conjunto argentino por los laterales, casi no sufrió en los primeros 45 minutos, y de a poco fue ganando confianza y adelantándose en el campo.
Sus principales aproximaciones llegaron mediante pelotas aéreas, como una chilena desviada del ecuatoriano Enner Valencia, refuerzo top para la fase final de la Libertadores, que terminó abriendo el partido en la última jugada del primer tiempo.
El goleador de la Tri en el Mundial de Qatar 2022, un dolor de cabeza constante para Leandro González Pírez por su incansable movimiento en campo contrario, le ganó la posición al zaguero y forzó una falta que él mismo se encargó de mandar a la red con un certero cabezazo tras un preciso centro de Alan Patrick.
Los jugadores -y el público- de River, calientes con el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, que buscó tener cortito el partido y, con ese objetivo, lo cortó constantemente, con pequeñas faltas, salieron a jugar el segundo tiempo más decididos a hacerse con la posesión del balón, algo en lo que habían perdido continuidad en el transcurso de la etapa inicial.
Esequiel Barco, algo desconectado en el primer tiempo, se encendió en los albores del complemento y, tras una gran apilada, forzó una muy buena intervención de Rochet, que instantes después se empezó a convertir en figura, tras atajar una pelota con destino de gol de De la Cruz.
Esa actitud, replicada por el colmado Monumental -donde consiguió su decimoquinta victoria al hilo, récord histórico-, empezó a acorralar a Inter, que se acercó a su arco y apostó por defender la ventaja y buscar golpear de contra.
Rochet, una vez más, se hizo gigante ante Barco, cuyo remate cruzado parecía tener destino de gol.
Y a los 63 minutos tuvo lugar una incidencia clave para el devenir del encuentro: Demichelis movió el banco por primera vez y mandó a la cancha a Pablo Solari, quien ‘disputaba’ la titularidad con Nacho Fernández, en lugar de Enzo Pérez.
Dos minutos después, Enzo Díaz cortó bien en zona defensiva, De la Cruz frotó la lámpara y, con un pase magistral entre líneas, puso a correr al Pibe, que casi sin ángulo estampó el 1-1 con un remate cruzado que se coló junto al palo derecho del golero uruguayo.
Con una presión asfixiante, River, que tuvo en el banco a Facundo Colidio y Ramiro Funes Mori, sus refuerzos, siguió buscando el gol de la victoria, negado por Rochet luego de un disparo de Barco y arañado por Rodrigo Aliendro con una volea excelsa, pero recién llegó a los 78′, cuando Beltrán dejó mano a mano a Solari y el ex Colo Colo volvió a doblegar al guardameta rival.
Inter, avasallado por la intensidad del local, un factor que apareció a cuentagotas en el primer tiempo, no mostró reacción, pero el Millonario, que tuvo en Paulo Díaz a un bastión de la defensa y de la primera línea ofensiva, tampoco encontró caminos claros para aumentar la ventaja de cara a la vuelta, que se disputará el próximo miércoles, desde las 21 horas, en el Estadio Beira-Rio de Porto Alegre.
En el medio, el sábado, los pupilos del Chacho Coudet recibirán a Corinthians por una nueva fecha del Brasileirao, certamen en el que ocupan la duodécima posición, mientras que los dirigidos por Demichelis, ya campeones del finalizado Torneo de la Liga, descansarán preparando el cotejo de vuelta, que definirá quién enfrentará al ganador de la serie entre Bolívar (3) y Athletico Paranaense (1).