Con una excelente organización y un magnífico marco competitivo -fue uno de los mejores campeonatos del historial- Sao Paulo despidió, este domingo 30 de julio, la gran fiesta del atletismo sudamericano.
Por quinta vez en dicho historial, la ciudad más populosa de nuestra región albergó esta cita, que reunió a los 13 países de la comunidad «Atletismo sudamericano» y que ahora tuvo como sede la pista sintética del Centro Olímpico, en Vila Clementina.
El crespense entrerriano Nazareno Sasia logró la medalla de plata en el lanzamiento de bala del Campeonato Sudamericano. Nazareno lanzó el implemento de 7 kilógramos a 19,75 metros, para escoltar al brasileño Welington Silva Morais (20,59). La medalla de bronce fue para otro brasileño, William Venancio Dourado, con 19,45 metros; mientras que el argentino Ignacio Carballo fue cuarto con 18,94 metros.
Resonante triunfo de Carlos Layoy en salto en alto
Nacido hace 32 años en Paso de Los Libres, Corrientes, y líder argentino del salto en alto desde hace más de una década, Carlos Daniel Layoy venía batallando también -en ese período- en las distintas competiciones internacionales, siendo su triunfo en el Iberoamericano, su récord argentino (igualado) de 2.26 y su clasificación mundialista a Eugene, sus datos más relevantes. Ahora le llegó el premio a tan intensa, esforzada y merecida trayectoria al conquistar la corona sudamericana en el Centro Olímpico de Sao Paulo.
Fue en la jornada final, este domingo 30 de julio al iniciarse el turno vespertino y le devolvió al atletismo argentino un título que había logrado por última vez justamente en esta ciudad, 36 años atrás, con Fernando Moreno.
La lucha por el título se dio entre Layoy y la dupla de brasileños, comenzó a decidirse dsde los 2.13. Allí tanto Layoy como Fernando Carvalho Ferreira pasaron en primer intento, mientras que Talles Frederico Souza Silva necesitó tres.
En los 2.16, ya se quedó Talles, mientras Layoy y Fernando siguieron adelante, al pasar en primera tentativa esa altura, así como los 2.19 y los 2.21. El brasileño parecía hacerlo con más amplitud, pero Layoy estaba con mucha confianza al atacar la varilla y una solvente técnica. Se elevó esa varilla a 2.23 y Layoy consiguió salvarla en segundo intento, mientras el local no pudo en ninguno de los tres. Allí se inició su festejo (luego realizó dos intentos sobre 2.26, sin éxito).