Un avance del 50% registra la obra de reemplazo del antiguo techo del edificio del mercado municipal. De esta manera, se pone en valor, uno de los emblemas céntricos. De igual manera, se trabaja en el nuevo edificio de la ex “Peña El Espinillo”, donde se proyecta un lugar renovado para recuperar la práctica deportiva y cultural. Allí se prevén actividades como danzas artísticas, por citar un ejemplo.
La tarea resulta imprescindible para la definitiva recuperación de la histórica construcción que el municipio lleva adelante para su definitiva puesta en valor.
En ese sentido, el mercado forma parte de un programa de restauración y mejoras que la comuna ha puesto en práctica, como ha ocurrido con el velódromo, la terminal y el hotel que allí funcionara hace años atrás.
Al Mercado Municipal “3 de Febrero” se lo conoce con esa denominación desde que fue creado en 1864, pero el actual edificio data del año 1944.
Operarios de la empresa responsable de la obra retiraron las viejas chapas de fibrocemento y realizaron reparaciones en la estructura para la colocación del nuevo techo que habrá de completarse en los próximos días.
La “Peña El Espinillo”
También evidencia un adelanto importante el nuevo edificio ubicado en el Complejo “Evita”, donde funcionara durante muchos años la “Peña El Espinillo”, estimado en un 65% de avance de obra.
La obra sobrepasa en parte las proporciones y emplazamiento de la antigua construcción y dispondrá de un salón cubierto de 533 metros cuadrados, para albergar diferentes disciplinas artísticas y deportivas.
Al respecto, el propósito que guía el proyecto está orientado a complementar la tarea de los clubes, ofreciendo un ámbito equipado para la práctica del deporte bajo techo.
Para desarrollar los trabajos, fueron demolidos los viejos muros y la cubierta, existentes. También se procedió a la elevación del terreno, lo que dejará paso a la instalación de una estructura metálica independiente -para el cerramiento de la nave principal- y de la cubierta, que tendrá una altura máxima de 10 metros.
La “Peña El Espinillo” fue otrora, ámbito de encuentro de muchos uruguayenses, especialmente para los amantes del tango y el folklore.