Tras la pandemia, muchas personas creen que el riesgo ya pasó y minimizan la protección, pero la vacunación es una herramienta clave para prevenir formas graves de gripe, neumonía y COVID-19. Todas las vacunas pueden co-administrarse.
Llega el frío, bajan las temperaturas y sube la circulación viral. En ese contexto, y con el fin de prevenir enfermedades respiratorias que en algunos casos pueden llegar a ser fatales, desde la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) instan a los grupos de riesgo a tener al día sus vacunas.
Advierten desde la SAVE, alrededor de 6 de cada 10 argentinos con indicación de la vacuna antigripal no la habían recibido, y calculan que el mismo porcentaje no se vacunó contra la neumonía.
En tanto, afirman que “33 millones de argentinos que recibieron su esquema primario contra COVID-19, ya están en condiciones de recibir un refuerzo porque transcurrieron más de 6 meses desde su última dosis”.
Vacunas seguras
“Luego de haber controlado la pandemia, muchas personas creen que el riesgo ya pasó y minimizan la necesidad de protección contra COVID-19 y también contra otras enfermedades respiratorias potencialmente mortales y para las cuales contamos con vacunas seguras y efectivas, como la gripe y la neumonía”, asegura Florencia Cahn, médica infectóloga, presidenta de la SAVE.
Y destaca en este sentido que la vacunación no debe ser solamente concebida desde el plano individual: “Especialmente en el contexto actual donde los cuadros respiratorios no dan tregua y sobrecargan al sistema de salud, desde la SAVE instamos a no bajar los brazos, porque todavía estamos a tiempo de vacunarnos contra estas infecciones”, alerta.
¿Quiénes deben vacunarse contra la gripe?
La gripe es una enfermedad viral respiratoria muy transmisible que puede ser leve, grave o incluso mortal, aunque la hospitalización y la muerte son más frecuentes en grupos de alto riesgo.
En este sentido, advierten que se vacunaron menos de la mitad de las personas que deberían hacerlo: el porcentaje de inmunizaciones con la vacuna antigripal ronda el 40%, variando según grupos poblacionales. Eso significa que, prácticamente, 6 de cada 10 argentinos que tenían indicación de vacunarse contra la gripe todavía no lo hicieron, reiteran con preocupación desde la SAVE.
¿Quiénes deben vacunarse contra la Neumonía?
La neumonía es una infección respiratoria aguda, causada por diversos agentes como virus bacterias y hongos, que afecta a los pulmones. «Estos están formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que en las personas sanas se llenan de aire al respirar», indican desde la SAVE.
En cambio «los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno», contraponen.
Sus síntomas son: fiebre, dificultad para respirar, escalofríos, dolor en el pecho al respirar o toser, tos, generalmente con flema (sustancia viscosa que proviene del fondo de los pulmones).
En tanto, aclaran que si bien para la neumonía no se realiza vacunación anual o periódica como en gripe y COVID-19, “los grupos a quienes está destinada la vacunación son casi los mismos, por lo cual se estima que tampoco están siendo alcanzados de manera adecuada”.
Esta vacuna también está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación, yienen indicación de vacunarse:
-Mayores de 65 años.
-Menores de 65 con factores de riesgo.
-Bebes: a los 2, 4 y 12 meses.
¿Quiénes deben vacunarse contra el COVID-19?
Desde la SAVE, dan cuenta que esta vacuna es gratuita y que recientemente, el Ministerio de Salud de la Nación aconsejó, a pesar de que la vacuna no está incluida oficialmente en el calendario, que se vacunen:
-Grupos de mayor riesgo: 6 meses después de la última dosis aplicada.
-Grupos de riesgo medio: 6 meses después de la última dosis aplicada, y reforzar anualmente.
-Grupos de bajo riesgo: actualizar el refuerzo anualmente.
¿Por qué vacunarse?
Si bien, como se señaló, la pandemia está controlada, muchas personas deben protegerse contra el COVID-19 pero también de otras enfermedades respiratorias que pueden llegar a ser peligrosas y poner en riesgo su salud.
“Son enfermedades potencialmente mortales, sobre todo en los extremos de la vida, en los más pequeños y en los adultos mayores, y en aquellos que presentan factores de riesgo asociados», explica Andrea Uboldi, infectóloga pediatra, vicepresidenta de la SAVE.
Herramienta para prevenir
Los factores de riesgo a los que alude la profesional son: las enfermedades cardíacas, las pulmonares, las renales, metabólicas, aquellas vinculadas al desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).
“Por eso, insistimos en que la vacunación es una herramienta clave para prevenir formas graves de gripe, neumonía y COVID-19 y que todas las vacunas pueden co-administrarse; hay que aprovechar al máximo cada oportunidad de vacunación”, añade Cahn.
Y suman un dato: según las cifras del último informe de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación, 63.018 argentinos fallecieron en 2021 por enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio, de las cuales 33.812 correspondieron a gripe y neumonía. Esto representa un 8.2% del total de decesos por causas conocidas durante ese año.