El camionero uruguayo que fue detenido el 8 de mayo de 2021, en la Aduana Argentina, cuando pretendía cruzar el puente internacional desde Gualeguaychú a Fray Bentos, con 215 kilos de cocaína de máxima pureza fue condenado a 4 años y medio de prisión.
Se ratificaba de esa manera la ruta del narcotráfico que busca llegar con los cargamentos de droga a Montevideo para su posterior exportación a Europa. La droga según se desprende en la causa fue cargada en la estación de servicio de la ruta 136, en el kilómetro 15.5 de El Potrero.
Wilson Guzmán Da Rosa Osorio argumentó que iban a “bagallear” ropa junto a otros hombres que se dedicaban a esta actividad, pero que le plantaron los bultos con la cocaína en su total desconocimiento.
Del análisis de las evidencias, la Fiscalía consideró lo contrario, lo imputó como autor del delito y el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay lo condenó. No obstante, como en su declaración aportó información que permitió capturar al cómplice y posible cabecilla de la maniobra, le impusieron una pena más leve, de cuatro años y medio de prisión.
“Willy” Da Rosa Osorio, montevideano de 56 años, cayó dos años atrás tras un procedimiento realizado por personal de la Dirección General de Aduana, sobe la ruta nacional N° 136. En ocasión de realizarse un control de bultos de mercadería que era transportada por un camión de cargas internacionales, con bandera uruguaya, de la firma Tiempo Nuevo S.R.L, con origen en la República Argentina y destino final a la ciudad de Montevideo, encontraron los 215 kilos de cocaína.
El material iba acondicionado en siete bultos, que se hallaban cubiertos con cinta de embalar y envueltos en frazadas térmicas, con la leyenda “Harina de Soya Tipo Exportación”. La pericia química arrojó un promedio de concentración de la sustancia del 80,66%. El total equivalía a 1.737.139 dosis umbrales.
Acusación pública
La fiscal general María de los Milagros Squivo sostuvo que Da Rosa manejaba el camión y fue quien intentó burlar el control aduanero aduciendo que la mercadería era ropa e inventando habían sido cargadas por una camioneta con dos personas y que ello fue desvirtuado por la investigación realizada por Gendarmería Nacional.
Sostuvo que el chofer contaba con la información recabada por Gendarmería cuando decidió declarar como arrepentido, aportando los mismos datos con que ya se contaba. Dijo que el imputado pretendió hacer creer que José Ignacio Gascón Núñez era la persona que le dio la droga, que le pidió que le pase esos bultos, y que él se despreocupó absolutamente. Sin embargo, en las filmaciones no se pudo ver el traspaso de la mercadería de un camión a otro que Da Rosa refirió.
Además, entre otros indicios mencionados en el extenso alegato de la fiscal, se subrayó que los demás camiones que iban en la flota hacia Uruguay quedaron totalmente abiertos al momento del control aduanero para ser revisados, en cambio Da Rosa fue reticente, ya que tuvieron que subir a su camión para encontrar la droga. Squivo solicitó la pena de 10 años de prisión.
Bagalleros y engaños
A su turno, la defensora oficial Julieta Elizalde analizó del derrotero de Da Rosa previo a su detención, para demostrar que éste no conocía el contenido de las bolsas que le cargó un tercero. Indicó que fue interceptado por Gascón Núñez, quien le pidió y convenció que le cargue las bolsas en su camión.
Aseguró que la pericia a su celular da cuenta que familiares de Wilson solicitaron cosas para pasar por Aduana, que comúnmente se conoce como “bagalleo”. Y un testigo dijo que si era una infracción se pagaba una multa y listo. Por lo que, siendo una práctica común y aceptada entre los camioneros, no le llamó la atención.
Sostuvo que se acreditó la concurrencia de ambos camiones a un taller mecánico así como el traslado a la estación de servicios La Paz -en la ruta nacional 136, kilómetro 15.5, y calle 5 de El Potrero, en el departamento Gualeguaychú- donde, mientras Da Rosa se estaba bañando, Gascón Núñez con una tercera persona le cargó los bultos en el camión, lo que está documentado en una filmación. Y afirmó que de lo que no hay constancia es de que Wilson haya visto o manipulado los bultos. Jamás estuvo en contacto con esos bolsos, aseveró.
La defensora dijo que evidencia que Wilson desconocía lo que se transportaba realmente, en lo dicho por funcionarios aduaneros, quienes relataron que se había sorprendido y que se descompuso al ver que encontraron droga en el vehículo.
Concluyó en que para Da Rosa el peor panorama era una multa, y que se haría cargo Gascón, quien se fugó del país y fue capturado meses después en la ROU, a la que cruzó ilegalmente.
Cambió su versión
El Tribunal presidido por Roberto López Arango, junto a los vocales Mariela Emilce Rojas y Jorge Sebastián Gallino, no creyó en la versión del camionero, en base a contradicciones.
“Al consignar textualmente el contenido de su declaración me he permitido subrayar los aspectos cuestionables de su alocución, que me llevaran a desconocer su eficacia en orden a eximirlo de responsabilidad”.
“Advertimos, desde un principio, que Da Rosa frente a la evidencia incontrastable del aspecto objetivo de la tentativa de contrabando, pretende soslayar su responsabilidad subjetiva, aduciendo que fue engañado y endosarla a terceras personas”.
“El encartado ensaya un acting en el que pretende hacer aparecer su discurso como sincero, espontáneo y natural. Pero a poco que ahondemos en su contenido veremos que es una simple postura histriónica tendiente a convencer a nosotros- sus juzgadores- de su supuesta absoluta inocencia”.
“Debo decir que resta credibilidad a su deposición, la circunstancia de que en un primer momento, al ser sorprendido ejecutando la maniobra imputada, fabula lo que luego reconoce fue una mera fantasía elaborada en la ocasión cuando manifestó espontáneamente, que la mercadería fue cargada desde una camioneta Toyota en la estación de servicio Puesto La Paz ubicada en la ruta nacional 136, a bordo de la cual iban dos ocupantes. (…) Mas luego interesa declarar como arrepentido, y cambia la versión desviando la atención hacia un tercero y un ayudante, al ciudadano uruguayo de apellido Gascón que según él lo acompañaba en la ocasión y le había pedido que de favor le pasara unos bolsones con ropa”.
“La supuesta inocencia o desaprensión se contradice con el reflejo que trasunto, cuando se le interrogó sobre varias capturas de pantalla extraídas de su celular respecto de cómo borrar la actividad y rutas guardadas automáticamente en su cuenta de Google, y dijo que él jamás hizo una consulta de esa, siendo que la misma según le habían informado era de fecha 16/5/21, siendo que en esa fecha su equipo celular ya estaba en poder de la fuerza”.
“Da Rosa tiene como único fin mejorar su situación procesal, pero ninguna de las excusas esgrimidas logra derrotar la hipótesis planteada por la Fiscalía”.
Por otro lado, el Tribunal coincidió con la defensora “en cuanto a que el aporte brindado por Da Rosa en sus declaraciones fue fundamental para dar con el paradero de José Ignacio Gascón Núñez, el cual aún no ha podido ser indagado por los presentes hechos toda vez que fue requerida su extradición al vecino país de la R.O.U.”.
Finalmente, le impusieron al uruguayo cuatro años y seis meses de prisión por el delito de Tentativa de contrabando agravado.