El Banco Central fijó un tope de 81,08% en la tasa de interés que se podrá aplicar sobre los saldos en los resúmenes de tarjetas de crédito que emiten, por ejemplo, supermercados o empresas de electrodomésticos.
La autoridad monetaria dispuso que la tasa de interés para la financiación de saldos impagos de tarjetas de crédito se reduzca del 88 al 86%, en busca de amortiguar el efecto de la suba al 97% de la tasa de política monetaria.
Asimismo, en el Boletín Oficial se publicó una resolución que fijó en un 81,08% la tasa máxima que puede aplicar emisores de tarjeta de crédito que no son instituciones financieras, o sea aplica para las tarjetas que emiten por ejemplo, supermercados o empresas de electrodomésticos.
En consecuencia, son dos resoluciones de distinto impacto, ya que la primera aplica para todas las tarjetas bancarias y la segunda sólo para las que ofrecen un determinado universo de empresas de consumo masivo.
Con esta medida el Gobierno busca atenuar en un sector del consumo el impacto que tendrá el aumento de la tasa de política monetaria.