La Campaña Nacional de Vacunación contra Sarampión, Rubéola, Paperas y Poliomielitis, planteada por el Ministerio de Salud de la Nación para niños, fue extendida hasta el 30 de abril en el marco de los lineamientos expuestos en el último Consejo Federal de Salud (Cofesa).
En este contexto, habiendo transitado un período de ejecución (vacunación) del 1 de octubre al 13 de noviembre de 2022; un monitoreo rápido de vacunación hasta el 30 de noviembre de 2022 y dos extensiones de campaña al 11 de diciembre de 2022 y al 31 de marzo de 2023, el Ministerio de Salud de Entre Ríos a través de su Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), destaca la importancia de contar con el carnet de vacunación completo.
Al 3 de abril de 2023 de una población objetivo de 2.315.692 niños a vacunar en campaña; recibieron dosis 1.550.897; por lo que restan ser inmunizados 764.795. Esto da como resultado a nivel general que, a pesar de las dos extensiones de la mencionada campaña, se alcanzó el 67% de cobertura. De esta manera, persiste en el país el alto riesgo de reintroducción de sarampión y polio.
Asimismo, 10 de las 24 jurisdicciones lograron coberturas mayores al 80%, quedando fuera de este porcentaje las de mayor concentración poblacional. En Entre Ríos se alcanzó, hasta el momento, el 69,4% de cobertura acumulada de Triple Viral y Vacuna inactivada contra la poliomielitis (IPV); el 71,3% de cobertura acumulada de Triple Viral y el 69,6% de cobertura acumulada de IPV.
Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las más densamente pobladas, presentaron coberturas menores al 60%. Dicho esto, se puso en marcha un plan de acción que postula su finalización y cierre definitivo de campaña para el 30 de abril.
No obstante, con la definición de los pasos a seguir, cada una de las jurisdicciones está procediendo a la estratificación de riesgo según sus coberturas de calendario, de Campaña Nacional de Seguimiento y tasas de notificación de enfermedad febril exantemática (EFE) y parálisis agudas fláccidas (PAF).
En este marco se desarrolla un plan de contingencia para minimizar el riesgo de reintroducción de sarampión, rubéola y poliomielitis y responder rápidamente ante un posible evento.
Además, se ponen en marcha: estrategias para sensibilización de la vigilancia de EFE y PAF; búsquedas activas institucionales y comunitarias en áreas de silencio epidemiológico; realización de búsquedas activas de laboratorio en jurisdicciones con brote de arbovirosis; vacunación y reentrenamiento de los equipos de salud para notificación oportuna.
Otra instancia contempla la formación y capacitación de equipos de respuesta rápida principalmente en conglomerados urbanos; la capacitación de equipos en comunicación de riesgo y la verificación de vacunación durante el ciclo escolar en niveles inicial y primario.