Argentina y Países Bajos tienen con una copiosa historia en las Copas del Mundo. Y este viernes a las 16 en el imponente estadio Lusail, con el arbitraje del español Antonio Mateu Lahoz y la transmisión de la TV Pública y TyC Sports escribirán un nuevo capítulo. Su ganador, en los noventa minutos regulares, en los treinta del alargue o en la serie de tiros desde el punto penal, se enfrentará en semifinales al vencedor del choque de primer turno entre Brasil y Croacia.
Fiel a su estilo, Scaloni no confirmó el equipo y tiene dos dudas: Rodrigo De Paul y Angel Di María, ya que ambos arrastran molestias físicas.
Es un partido bisagra. Para la Selección Argentina, ganarlo implicará meterse entre los cuatro primeros del Mundial de Qatar y cumplir un objetivo que de mínima y en la previa, se presentaba como ambicioso. Y perderlo, además del golpe anímico ineludible, significará quedarse afuera antes de lo pensado, sin volver a pasar la línea de cuartos de final que no se pudo superar en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
Tal como viene siendo su costumbre, el técnico argentino, Lionel Scaloni se rehusó a confirmar la formación de su equipo en la conferencia de prensa de esta mañana. En este caso, porque tiene dos dudas: Rodrigo De Paul (con una molestia en el isquiotibial de la pierna derecha) y Angel Di María (recuperándose de una molestia muscular) trabajaron a la par de sus compañeros solo en el primer tramo de la práctica en el complejo de la Universidad de Doha. Luego lo hicieron aparte.
«Nosotros casi siempre jugamos de la misma manera y solo cambiamos cuando vemos que algunos de los extremos no están bien. La manera de jugar dependerá de cómo estén estos chicos estén Rodrigo y Fideo o no, vamos a un equipo que va a dejar todo en la cancha» dijo Scaloni en su último contacto con la prensa en el que también dejó en claro su molestia porque la dolencia de De Paul trascendió en forma extraoficial en el entrenamiento a puertas cerradas del miércoles pasado.