Un violento sujeto había sido denunciado por su esposa. Momentos después, totalmente fuera de sí, irrumpió en la Comisaría, y comenzó a empujar e insultar a una funcionaria policial a la que además le arrojó con un objeto contundente. En la jornada de ayer un caso de violencia familiar dejó claro lo
complicado que es tratar con las personas que llevan adelante las agresiones y lo desprotegidas que se encuentran las mujeres ante semejante brutalidad. Las víctimas fueron dos mujeres, primero la esposa del violento y luego una funcionaria policial. Tras los reiterados ataques el hombre fue detenido y puesto a disposición de la Justicia.
Denuncias cruzadas
Según informaron las fuentes policiales, «en horas de la madrugada de ayer, personal de Comisaría del Menor y la Mujer, recibió una denuncia a una mujer de 31 años de edad, por la Ley de Violencia Familiar, contra su esposo». Luego, ya en horas de la mañana, «por la misma legislación, se recibió la denuncia del esposo de dicha mujer, contra ella». Luego de realizar la denuncia el sujeto se fue de la comisaría pero a la hora regresó «ofuscado, insultando con todo tipo de palabras degradantes a la funcionaria que lo recibió, manifestándole que venía a cobrar la moto que su mujer le había roto en su casa».
A continuación «la uniformada le solicitó que se tranquilice, a lo que el sujeto hizo caso omiso, empujándola y arrojándole un plástico perteneciente a una moto». El personal de bomberos, que se encontraba junto a la dependencia, escuchó los incidentes y se acercó para prestar apoyó. En ese momento el agresor intentó retirarse del lugar pero las autoridades se lo impidieron reduciéndolo de inmediato. El caso fue informado a la Fiscalía en turno, ordenándose el alojamiento del sujeto en dependencias de Comisaría Primera, en actuaciones prevencionales por el supuesto delito de Resistencia a la Autoridad. Según se pudo saber, tras el episodio, la funcionaria radicó
denuncia contra esta persona.