La fiscal Julia Rivoira brindó detalles sobre el descubrimiento del geriátrico clandestino que funcionaba en calle Urquiza 181, de Concordia. Mencionó que «todo fue bastante atípico porque el alerta me la da el médico de Policía, en el marco de un procedimiento de rutina, cuando había ido a un domicilio particular a constatar un deceso».
«Ingresó al domicilio, sin inconvenientes pero cuando ingresó a una de las habitaciones pudo constatar que habían sido dos las personas fallecidas», detalló y señaló que tras pedir la orden de allanamiento «se pudo determinar que el lugar funcionaba como lo que se denomina como geriátrico clandestino; es decir no habilitado y sin documentación».
Rivoira puntualizó que «había otras personas en el lugar, quiénes fueron derivadas al hospital Heras». Además, actuaron proteccionistas «porque había un perro muy deteriorado», contó.
En cuanto a los detenidos, la fiscal mencionó que «son dos», a priori, relacionados al delito de «abandono de personas», pero eso puede cambiar – aclaró – dado que «todo dependerá del resultado de la autopsia».
«No son los propietarios del inmueble», aclaró la funcionaria judicial y detalló que «los dueños se presentaron en el lugar, muy sorprendidos, desconocían todo porque el contrato de alquiler estipulaba que eran dos personas las que iban a vivir en la vivienda; pero realmente moraban siete».
Por último, Rivoira confirmó que los detenidos «son las mismas personas que estaban a cargo de un geriátrico clandestino en Villa Zorraquín». Incluso, según adelantó, «hay una causa penal y veremos el estado de esa investigación».