Un profesional brindó recomendaciones para cuidar la salud de los más pequeños y de los adultos de las infecciones respiratorias y de las enfermedades intestinales. Además habló sobre las consecuencias de los ambientes mal oxigenados.
El invierno es una estación en la que los días son más fríos y cortos, y las noches más largas y heladas. Argentina es un país con 3.694 kilómetros de norte a sur y, por tanto, con características en esta estación, muy diferentes según las distintas regiones. Sin embargo, todas las provincias poseen algunos puntos en común: es una temporada en la que suelen aumentar las infecciones respiratorias (como gripe o bronquiolitis), también las enfermedades gastrointestinales (tales como rotavirus o norovirus) y el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono.
El doctor Enrique Casanueva Martínez, docente de Pediatría en la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y médico consultor del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral, recomienda evitar los cambios bruscos de temperatura durante este tiempo. Sugiere mantener dentro de casa una temperatura entre 21°C y 23°C, y una humedad relativa de entre el 40% y el 50%, algo que se logra de diferentes maneras, de acuerdo al tipo de vivienda y calefacción que posee cada familia.
Más recomendaciones
El Dr. Casanueva Martínez aconseja una serie de medidas a tener en cuenta para evitar el surgimiento de gripe o de enfermedades respiratorias en niños con la llegada del frío.
– No abrigarse excesivamente en ambientes calefaccionados.
– Al estar a la intemperie, cubrir boca, nariz y cabeza, especialmente en los niños más pequeños. Es muy efectivo utilizar varias capas de ropa liviana y un cortaviento.
– Ventilar los espacios cerrados por lo menos durante 10 minutos.
– Evitar los lugares muy concurridos y mal ventilados.
– Estimular en los niños la importancia de lavarse las manos con frecuencia y de no compartir utensilios con otros chicos.
– Incluir dentro de la dieta verduras y frutas, que constituyen fuentes de vitaminas y minerales que colaboraran en la prevención de las infecciones.
– Tener al día calendario nacional de inmunizaciones (completar la vacunación contra la gripe, coronavirus, neumococo, entre otros).
– Especial atención a las intoxicaciones por monóxido de carbono
Además de la fuerte presencia de la gripe y de las enfermedades intestinales, aumenta durante este tiempo la preocupación por las consecuencias de los ambientes mal oxigenados. Según el Ministerio de Salud, cada año ocurren en la Argentina 4.000 intoxicaciones y 200 muertes por monóxido de carbono: gran parte de los casos están relacionados con el mal uso de braseros o el deficiente funcionamiento de artefactos a gas. “Para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono hay que ser conscientes de que ‘Todos podemos ser víctimas’: en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en un sitio de recreación, en cualquier lugar cerrado que tenga una fuente de combustible quemándose”, asegura el Dr. Casanueva Martínez.
Entre otros aspectos, el doctor remarca que es importante tener en cuenta que, si se encienden brasas, o llamas de cualquier tipo, no se debe dormir teniéndolas encendidas. Tampoco es bueno usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente, ni fumar cerca de los niños, aunque sea al aire libre. Casanueva Martínez también señala que el calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
En cuanto al funcionamiento de motores, recomienda no encender aquellos que funcionan a combustión (como grupos electrógenos o motosierra) en ambientes cerrados, en sótanos o cocheras. Ni debe mantenerse el auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado y, en el caso de que esté conectado al resto del hogar, se recomienda mantener las puertas cerradas.
Por último, el Dr. Casanueva Martínez recomienda comprobar que todos los ambientes tengan ventilación hacia el exterior. Sugiere ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío y anima a dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche. “Nadie puede detener la llegada del invierno. Pero podemos prepararnos para minimizar los riesgos”, concluye el médico pediatra.