Una madre contó a La Prensa Federal el dolor y la angustia que vive desde hace más de un año. Denunció que su hija de casi 3 años sufrió un abuso sexual y acusa a su progenitor. Asegura que pese a tener videos, fotos y testimonios de profesionales, la Justicia estuvo a punto de archiva la causa. El durísimo relato que la madre decidió hacer público en un canal de noticias nacional para evitar la impunidad.
“Cuando mi hija tenía 2 años y 8 meses, el 3 de mayo del 2021, me tocó vivir algo espantoso: tuve que denunciar al progenitor de mi hija por abuso sexual”, con estas duras palabras, la madre comienza su crudo relato. De ese hecho ocurrido hace más de un año, la joven uruguayense pide una sola cosa: que la Justicia la escuche. Para resguardar la identidad e integridad de la menor de edad que hoy tiene 4 años, La Prensa Federal decidió no dar a conocer los nombres de los protagonistas, incluso el de la denunciante.
“Ese lunes, él la buscó a mi casa. Al llegar, le preguntó a mi mamá si los jardines habían cerrado, ella le dijo que no, pero nunca le aclaró que la nena nunca fue al jardín porque estaba con moco. Cuando la buscó, la llevó a la casa de la abuela paterna. Luego, la llevó a su departamento. Ahí abusó de ella y la llevó de vuelta a mi casa”, comienza a contarle a La Prensa Federal sobre aquel día.
“Cuando él llega a mi casa, habla conmigo en la vereda tal y como lo hacíamos siempre. Luego me voy a bañar a mi hija. Allí le veo lesiones en sus partes íntimas y ella empezó a contarme que su padre la había lastimado. Fui con mi hija a la pediatra, la nena no paraba de repetir que su padre la había lastimado. Ahí, la pediatra me dijo que había que hacer la denuncia ya, porque había indicios claros de un abuso sexual”, cuenta la madre.
“Hice la denuncia y pude comunicarme con él que hasta ese momento no me había atendido, cuando le atiendo y pongo en altavoz, mi hija le dice que la lastimó y salió corriendo llorando. Cuando él escuchó eso, dijo que iba a romper todo el jardín de infantes. Fue ahí cuando le aclaré que ella no fue al jardín ese día porque estaba con mocos. En ese momento, quedó mudo. Ya tenía toda la estrategia en su cabeza y se le desarmó”, explica.
La segunda pesadilla
La madre contó que hizo la denuncia, fue a ver al médico policial, y luego a hablar con la Fiscal. “Ahí comenzó la segunda pesadilla, la fiscal en lugar de otorgarme una perimetral y designarme un abogado, me dijo que me consiga uno yo misma y que realice todos los trámites. Al mes y medio, el médico presentó el informe por pedido de la abogada del padre, y declaró que no se podía determinar cuál era la causa de las lesiones”.
“Tuvimos un intento de Cámara Gesell pero la nena estaba muy nerviosa -le conseguí psicóloga tres días después del abuso-. Estuvo un mes y medio muy tartamuda. Estaba aterrada y con pesadillas. Tenía miedo de que le cambiemos el pañal”, relató ya muy angustiada.
“La Cámara fue un fraude porque estaba muy nerviosa, salió tres veces a ver donde yo estaba. El psicólogo de la cámara dijo que vayamos otro día. Fuimos a una pericia psicológica las dos y estuvimos una hora y media. Él no quiso hablar con la nena porque con lo que conté y mostré alcanzaba, sosteniendo que eran las actitudes de una nena que había pasado por una situación traumática. Le conté que mi nena lo habló con su psicóloga, y decidió que iba a cerrar el caso con ella, ya que se caía de maduro que el padre abusó de ella y que la va a pagar”, afirmó.
“A los dos meses, cuando llegó el informe, el psicólogo decía todo lo contrario. Supuestamente, mi hija tenía TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), que no puede mantener contacto visual ni físico, y no es así, porque mi nena es recontra extrovertida y muy social, juega con todo el mundo. Dijo que le había afectado el divorcio, pero mi hija tenía un año cuando su padre se fue de mi casa. Mi nena me repite una y mil veces que no quiere verlo, que le da mucho miedo. Quiero que la Justicia me escuche, hoy hago esto público porque quiero que se sepa la verdad de todo esto. Quiero que la Justicia por favor escuche a mi hija”, reclama.
Archivo y nueva investigación
Visiblemente consternada, la joven madre continúa el relato de los desencuentros con la Justicia. “El padre de mi hija ya sabía el resultado de la pericia psicológica un día antes que la Fiscal. Entonces, llamó a la psicóloga de mi hija, diciendo que ya tenía información del resultado de la pericia y que la causa se iba a archivar. Ese mismo día, la Fiscal recibió el resultado del informe. Aun con las confesiones y testimonios de mi hija a profesionales como su pediatra y psicóloga, y las trabajadoras del Jardín, la Fiscal archivó la causa”.
De todas maneras, la madre logró apelar ante el Fiscal General: “automáticamente desarchivó esto y mandó a investigar todo nuevamente de forma inmediata”. Se citó a declarar a la hermana y madre del padre de la menor, que insistieron en que él se fue de la casa de su madre a cierta hora, “dejando una ventana de tiempo de una hora entre que se fue de ahí y llevó mi nena a mi casa. Fue en ese trecho que abusó de ella”. Finalmente, la madre señaló: “Hoy le pido a la Justicia que siga investigando. Estamos a la espera que el psicólogo, quien está junto al padre de mi hija, autorice otra cámara Gesell, dependemos de él. Estamos en las manos de un amigo del abusador. Voy a defender a mi hija como sea, ese tipo no se puede volver a acercar a ella. Por favor, que la Justicia, haga lo que tienen que hacer. Después de un año y dos meses mi hija se despierta con miedo, soñando sobre el momento en que la abusó. Tiene miedo de cruzarse con él en espacios públicos